China ofreció hoy US$ 60,000 millones en financiación para África, donde condonará la deuda que los países más pobres mantienen con el Gobierno chino en forma de préstamos sin intereses, una nueva estrategia con la que el gigante asiático fortalece su implicación e influencia en el continente.
El presidente chino, Xi Jinping, anunció un nuevo paquete de financiación en el discurso inaugural del Foro de Cooperación China-África (FOCAC) en Beijing, en el que insistió en que la inversión china no conlleva compromisos políticos, sino que busca el desarrollo del continente.
«Con los brazos abiertos, damos la bienvenida a los países africanos a bordo del tren express del desarrollo chino», aseguró Xi ante numerosos jefes de Estado africanos y el secretario general de la ONU, António Guterres, en una ceremonia celebrada en el Gran Palacio del Pueblo en Pekín.
Tras defender que esta cooperación está basada en la igualdad y el beneficio mutuo, Xi anunció que ciertos países africanos quedarán eximidos a finales de este año de las deudas pendientes contraídas en forma de préstamos sin intereses con el Gobierno chino.
Aunque no precisó qué países se beneficiarán de esta medida, señaló que la condonación beneficiará a los países menos desarrollados, más pobres y endeudados que mantienen relaciones diplomáticas con China.
El nuevo paquete de financiación anunciado hoy se suma a los US$ 60,000 millones que Beijing prometió durante la última edición del FOCAC celebrada en 2015 en Johannesburgo (Sudáfrica).
Así, en los próximos tres años, China ofrecerá US$ 15,000 millones en préstamos sin intereses, 20,000 en líneas de crédito, 10,000 millones en fondos para el desarrollo y 5,000 millones para financiar las importaciones africanas.
Xi también aseguró que el Gobierno incentivará a las compañías chinas para que realicen inversiones en África de al menos US$ 10,000 millones en los próximos tres años.
Los US$ 60,000 millones que se materializarán en asistencia gubernamental e inversiones por parte de instituciones financieras y empresas se centrarán en mejorar la cooperación en ocho puntos detallados por el presidente.
Entre ellos se encuentran áreas clave como el comercio, la sanidad, la lucha contra el cambio climático, las infraestructuras y la industria, entre otros, en el marco de la iniciativa de las «Nuevas Rutas de la Seda», el gran plan global de inversiones lanzado por Beijing.
Dentro de la estrategia de Xi para ganar influencia en África más allá de la cooperación económica, el líder chino se comprometió a apoyar a los países africanos en la lucha contra el terrorismo en las regiones más golpeadas por los grupos violentos.
» China está preparada para trabajar con la comunidad internacional en el apoyo en la paz y la seguridad en África», dijo, y precisó que el régimen comunista siempre apoyará la solución de los problemas desde una «perspectiva africana».
Las inversiones chinas en el continente han sido puestas en duda por EE.UU., que incluso recomendó a los países africanos tener cuidado con estas inversiones para «no perder su soberanía» porque, a su juicio, con este modelo de financiación pueden perder «el control de sus propias infraestructuras y de sus recursos» en caso de problemas financieros.
Sin hacer referencia explícita a estas críticas, Xi defendió que las inversiones chinas no conllevan ataduras políticas, por lo que se dirigen a aquellos lugares donde las infraestructuras son inadecuadas o hay una carencia de desarrollo.
«Prometemos que no habrá ninguna interferencia en los asuntos internos de los países africanos, ninguna imposición, ningún compromiso político, ninguna búsqueda de beneficios políticos egoístas», aseguró.
Xi también aprovechó la ocasión para reivindicar su defensa del multilateralismo frente al unilateralismo y proteccionismo, y aseguró que las relaciones que mantiene con África son un modelo de cooperación Sur-Sur.
El mandatario ruandés, Paul Kagame, también presidente de turno de la Unión Africana (UA), aseguró durante su intervención en el foro que «el compromiso de China en África ha supuesto una profunda transformación interna» y también de «la posición global» del continente.
El FOCAC, desde su creación hace 18 años, ha ido ganando importancia hasta convertirse en una cumbre prioritaria para el régimen comunista, ya que China es el principal socio comercial de África y un importante acreedor del continente.
En los últimos años, Xi ha liderado una estrategia para aumentar su influencia global en bloques estratégicos, como África, Latinoamérica y Oriente Medio, donde busca fortalecer su presencia a través de alianzas económicas, pero también políticas y militares.
FUENTE: DIARIO PERÚ 21 (PE)