Acechada por la caída de su moneda, Argentina acudió al Fondo Monetario Internacional y obtuvo una ayuda por 50 mil millones de dólares. Ahora, espera que el FMI anticipe la entrega de fondos.
Argentina sigue este jueves la negociación técnica con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para la reformulación del crédito para estabilizar su economía, después de que el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, reconociera que el país está en una «recesión» y que la recuperación será «lenta».
«En el día de hoy yo estaré volviendo a Buenos Aires pero se va a quedar mi equipo trabajando aquí junto al equipo del Banco Central para avanzar en los detalles técnicos», dijo el miércoles Dujovne en Washington.
Argentina, acechada por la caída de su moneda, que desde enero ha perdido más del 50% de su valor frente al dólar, acudió al FMI en junio y obtuvo una ayuda por 50 mil millones de dólares a tres años.
El miércoles la cotización de la moneda argentina tuvo un alivio y logró cerrar la jornada con una apreciación de 1,3% en 39,28 por dólar, aunque acumula una pérdida de 0,79% en lo que va de septiembre, tras derrumbarse 28% en agosto.
Durante la jornada del lunes la moneda llegó a rozar los 40 pesos por dólar. La bolsa también respiró y cerró el miércoles con un alza de 4,14% tras terminar el martes con una caída de 4,10%.
Ahora, Buenos Aires espera que el FMI le anticipe la entrega de fondos para cubrir sus necesidades de financiamiento hasta finales del año que viene y así dar confianza a los inversores de que honrará sus compromisos.
El país ya recibió 15 mil millones, en medio de una estampida cambiaria que comenzó en abril. Estas pérdidas de la moneda local se agravaron en los últimos días, atizadas por la falta de confianza en el gobierno del presidente de centro derecha Mauricio Macri y el impacto de la crisis de Turquía en las monedas de países emergentes.
Buenos Aires se propone aplicar un severo plan de austeridad para reducir drásticamente el rojo de sus cuentas, lo cual hace prever medidas impopulares que ya generan protestas en las calles.
En el marco de las negociaciones en Washington, Dujovne reconoció que el país está atravesando una recesión. «Estamos atravesando una recesión, lo sabemos y sabemos que los argentinos están atravesando un momento difícil», dijo y añadió: «estamos convencidos de que vamos a revertir esta situación rápidamente».
«La mejora en el tipo de cambio real, la mejora en nuestras cuentas públicas, la mejora en la confianza, que va a ser percibida también cuando logremos cerrar este acuerdo, van a ir trasladándose a una mejora en la economía», afirmó.
La recuperación «va a ser lenta, no podemos dar una fecha precisa, en qué momento empieza a crecer la economía, pero estamos seguros de que vamos a revertir esta situación», añadió.
— Capitales especulativos —
Dujovne estimo que «es probable» que el acuerdo con el FMI sea concluido a finales de este mes. «Eso depende de decisiones que no son de la Argentina y que dependen de cuán rápido sea el acuerdo técnico», indicó.
La semana pasada, el Banco Central de Argentina subió la tasa de interés de 45% a 60%, en un intento desesperado por frenar la fuga de capitales.
El derrumbe de la moneda argentina estimuló la inflación que cerrará cerca del 40% en 2018. Según el último Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) del Banco Central de Argentina, la proyección para la economía empeoró, con previsiones más negativas para la inflación y el crecimiento, con una contracción del PIB para 2018 de 1,9%, frente a un pronóstico previo negativo de 0,3%.
«Ir al FMI fue un error. Esto los encierra bajo un programa del FMI que muchas veces no permite que la economía crezca, como ocurrió a finales de la década de 1990», explicó a la AFP Mark Weisbrot, del Centro de Investigación de Economía y Política (CEPR).
«Macri también cometió el error de subir las tasas de interés tan arriba y pedir prestado mucho afuera, atrayendo a capitales especulativos extranjeros que pararon abruptamente en mayo y detonaron la crisis», agregó el experto.
En las calles de Buenos Aires se multiplican en las paredes los grafitti pidiendo «Fuera el FMI» y las manifestaciones contra la política económica son el pan de cada día.
FUENTE: DIARIO EL COMERCIO (PE)