Revertir la poca competencia entre las empresas sumaría 4% a la producción peruana. El MEF asegura que tiene un plan de corto plazo.

Uno de los problemas estructurales de más larga data de la economía peruana es su relativamente baja productividad. Según estimados de la Unidad de Análisis Económico de este Diario, un trabajador estadounidense es tan productivo como cinco trabajadores peruanos; mientras que uno chileno es tan productivo como dos peruanos.

El diagnóstico de la baja productividad es complejo y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) analizó los determinantes detrás de este problema. Entre estos, resalta lo que denominan las “distorsiones sectoriales”; es decir, problemas que impiden que los sectores productivos funcionen de manera eficiente; como por ejemplo, la mayor competencia.

La entidad estimó que, si el Perú lograra eliminar todas estas distorsiones que lo alejan de tener mercados eficientes, su producto bruto interno (PBI) sería 7% superior.

Entre todas las distorsiones que causan esta pérdida de la producción nacional, el banco de desarrollo apunta que la principal es la presencia de estructuras de mercado poco competitivas, en algunos sectores, que opera como un impuesto a las ventas. Si se revirtiera este factor, que refleja poca competencia entre las empresas, podría hacer que la producción nacional sea 4% mayor.

IMPACTO MENOR

A pesar de que tener un PBI 7% superior removiendo las distorsiones suena a una cifra significativa, esta ganancia de atacar las ineficiencias en la economía es la más baja en toda la región. México, por ejemplo, ganaría 26% en producción si corrigiera estas fallas, mientras Colombia ganaría 18%.

Pero, al mismo tiempo, el CAF observa que en el Perú se exhiben más distorsiones en los mercados que en casi cualquier otro país de la región, a excepción de Colombia. Además estas distorisones dispares entre los diferentes sectores productivos.

Entonces, ¿por qué el país con las mayores distorsiones sectoriales tendría las menores ganancias en producción? La respuesta que provee la entidad es que, a diferencia de otros países, los sectores productivos peruanos con más distorsiones son los que están menos interconectados con otros. Así, las distorsiones resultan teniendo poco impacto sobre la producción.

“Las distorsiones sectoriales y las pérdidas de productividad que de ellas se derivan tienen un rol no despreciable en […] [la economía de] la región. Remover estas distorsiones conlleva ganancias de productividad potencialmente importantes, especialmente cuando se pone el foco en los sectores más influyentes”, concluye el estudio.

ATAQUE DE CORTO PLAZO

“La productividad es el elemento clave para sostener el crecimiento a mediano y largo plazo”, señaló Hugo Perea, viceministro de Economía, durante la presentación del informe.

En esa línea, informó que el Gobierno está trabajando en un plan nacional de competitividad con foco en el corto plazo. Según Perea, el plan contemplará líneas de acción que se implementarán en el 2019 e indicadores para medir el avance durante el próximo año.

Actualmente, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) viene diseñando los lineamientos del plan nacional de competitividad, con objetivos de largo plazo en ocho ejes de trabajo. En entrevista con El Comercio, el titular del MEF, Carlos Oliva, señaló que el documento sería publicado en las dos primeras semanas de noviembre; sin embargo, sigue pendiente su oficialización.

FUENTE: DIARIO EL COMERCIO (PE)