Todo apunta a que se avecina una recesión. Esa es una de las perspectivas que tiene la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (Asobanca) para 2019.
El ajuste económico, apuntalado en una menor inversión en obra pública, y la falta de liquidez por el limitado acceso a crédito que ha tenido el Gobierno en este año, obligan a la banca a cerrar la llave del crédito el próximo año.
En un conversatorio con medios de comunicación, el director ejecutivo de Asobanca, Julio José Prado, aseguró que en 2019 las entidades deberán precautelar la liquidez de la banca y las tasas de interés subirán desde el primer trimestre. “Lo que van a tener que privilegiar los bancos es precautelar la liquidez, los depósitos”, manifestó Prado.
Actualmente, los créditos crecen a un mayor ritmo que los depósitos y la situación no es sostenible si se quiere precautelar la solidez de la que gozan hoy las entidades financieras del país.
A todo este complejo escenario se suma el elevado riesgo país de Ecuador, que en los últimos
días ronda entre los 760 y 800 puntos.
El riesgo país es un indicador que refleja las posibilidades de un país de cumplir, en los
términos acordados, el pago de su deuda externa, ya sea al capital o sus intereses.
Cuanto más crece el nivel del riesgo país de una nación, mayor es la probabilidad de que ingrese
en moratoria de pagos denominado ‘default’ y las tasas de interés para el país se incrementan.
Pero esta situación no solo afecta al Gobierno. Prado aseguró que las entidades bancarias están
teniendo dificultades para acceder a crédito a tasas convenientes y esto reduce la rentabilidad
de las entidades.
Prado explicó que en los últimos años el país se acostumbró a crecer empujado por la deuda y la
situación ahora se complica debido a las escasas opciones que tiene el Gobierno para conseguir
financiamiento a tasas de interés razonables.
Revertir ese modelo no será un camino fácil, según Prado. El proceso de ajuste y crecimiento
económico, para dejar de depender de la deuda, puede tomar entre tres y cinco años y será
“doloroso”.
Sin embargo, en el proceso de ajuste el país no puede dejar de endeudarse. Para Prado, un
acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) o un préstamo de China es indispensable para
recomponer la reserva internacional del Banco Central del Ecuador (BCE), que en los últimos
meses se han ubicado por debajo de los 3.000 millones de dólares.
En términos generales, es la liquidez externa del país por donde pasan todas las transacciones
de Ecuador con el mundo: tanto cobros como pagos.
¿Cuál es la salida? La banca plantea realizar reformas al Código Monetario que permitan tener un
mayor control de las tasas de interés a las entidades financieras. Además, se debe cambiar otras
normativas, acorde a estándares internacionales, que permitan atraer capitales y bancos
extranjeros.
FUENTE: DIARIO EXPRESO (EC)