“Una interconexión eléctrica desde Tierra del Fuego en Argentina hasta Estados Unidos le daría tranquilidad energética a todos los países del continente”. Con ese pensamiento, el presidente de ISA, Bernardo Vargas Gibsone, explica los pasos que en ese sentido dará en los próximos doce años esta multilatina, que además de hacer presencia en el negocio de transmisión de energía en cinco países, participa en concesiones viales, telecomunicaciones y sistemas inteligentes en red.
La apuesta es clara y arranca con la intención de incursionar en 2019 en el sector de vías de cuarta generación (4G) en Colombia y Perú, en redes eléctricas en Argentina, así como analizar oportunidades en México y Estados Unidos, para lo que se buscarán socios que acompañen ese crecimiento.
¿Cuál es el rumbo que quiere tomar ISA?
“Nos gusta mucho lo que venimos haciendo, es decir, tener una plataforma latinoamericana diversificada. Vemos potencial de crecimiento en transmisión de energía en Brasil; en Colombia y en Perú en vías; Chile nos encanta y queremos seguir creciendo allá. Entonces, ese es como el primer punto, mismas geografías con crecimiento donde podamos en los negocios donde estamos”.
¿Nuevas geografías?
“Seguimos mirando muy de cerca (la interconexión) Colombia–Panamá, por primera vez en diez años lo vemos con más optimismo, porque finalmente ahora en octubre la comunidad indígena Guna Yala nos dio autorización para los estudios de la línea, cosa que no había pasado. En México nos recatamos un poquito, seguimos mirándolo pero con más timidez y esperando a ver qué pasa con el cambio político. Observamos con mucho juicio a Argentina y evaluando la posibilidad de participar en el desarrollo de la línea Diamante-Charlone (entre Mendoza y Buenos Aires). Pero, lo más novedoso es que a futuro, para el año 2023, tenemos la intención de explorar, como no lo habíamos hecho antes, el mercado americano y ojalá, si todo anda bien, poder tener algo en Estados Unidos para esas épocas entre el año 2023 o 2025”.
Esas posibilidades en México, Argentina y Estados Unidos, ¿están en los tres negocios?
“Por ahora estamos hablando de transmisión de energía, pero nosotros cuando miramos geografías las exploramos en todos los negocios”.
¿A qué zona de Estados Unidos le está apuntando?
“No sabemos, estamos empezando a mirar. Lo que más nos suena es transmisión de energía, pues Estados Unidos tiene una huella fragmentada, aunque se está consolidando con jugadores grandes que están comprando. Pensamos que en un país tan grande todavía hay posibilidades de que entremos”.
Para la interconexión con Panamá, ISA y la Empresa de Transmisión Eléctrica (Etesa) constituyeron en 2007 una filial, con los avances recientes, ¿se atreve a ponerle fecha a esa línea?
“No. Creo que todavía nos falta ver bien cómo vamos a pagar la parte submarina de la línea, que es dos terceras partes del total. Tenemos que ver cómo hacer eso, e incluso convencer al resto de Centroamérica que esto no es una línea entre Colombia y Panamá, sino que es una transmisión continental para que todos pongan un poquito de plata, y debemos convencer también a las autoridades, cuando tengamos el cierre financiero, de que vamos a requerir alguna ayuda en la parte regulatoria”.
Precisenos, ¿cómo es la opción de estar en el negocio de energía en Argentina?
“Se trata de la línea Diamante-Charlone de 487 kilómetros de longitud a 500 kilovoltios y 422 kilómetros a 132 kilovoltios, entre Mendoza y Buenos Aires, que tiene dos subestaciones asociadas. Se espera la licitación salga este mes y que esté definida en el primer trimestre del año entrante”.
Con esa intención latente, ¿qué análisis hacen de la crisis que afronta Argentina?
“Hemos mirado esto con mucho cuidado desde el punto de vista de riesgo país, lo hemos hecho desde la administración y miembros de nuestra junta directiva han estado hablando con las autoridades. Tenemos que mirar todo con calma, y esta primera tiene unos contratos que ofrecen a los inversionistas protecciones muy interesantes de riesgo país, que nos permiten entrar con tranquilidad”.
Mencionó que en el radar está México, aunque con recato…
“Allá hubo un cambio político y todavía no estamos en ese país, entonces tenemos el lujo de poder sentarnos en el auditorio a ver cómo marchará eso. No podemos olvidar que ese es un país de 1,3 trillones de dólares en Producto Interno Bruto (PIB), que requiere mucha infraestructura y por ende alta inversión. Además, hablan el mismo idioma nuestro, de tal manera que por eso llevamos cuatro años estudiándolo, y estamos en las graderías esperando a ver qué pasa para tomar decisiones”.
En Brasil, ISA hace rato está en el terreno de juego, pero, ¿cómo ve la llegada del presidente Jair Bolsonaro?
“Los analistas políticos nos hablan del entusiasmo que los inversionistas internacionales ven en él y de la euforia que hay a su alrededor, pero a nosotros no nos gusta eso porque somos muy mediditos y muy conservadores. No obstante, sí pensamos que las oportunidades en Brasil con Bolsonaro son claras. Es un tipo que es pronegocios, le interesa que las cosas se hagan desde el ámbito privado y pienso que las señales que está dando y de lo que ya se sabe del gabinete, van en esa dirección. Así que en Brasil va a haber un período de crecimiento y de euforia, o de entusiasmo, por decirlo, interesante, y eso es bueno porque las condiciones para los inversionistas extranjeros van a persistir y van a estar allí presentes de una manera dinámica. Lo malo es que todos querrán estar allá y aprovechar las oportunidades” (ver Paréntesis).
Con un horizonte tan amplio, ¿cómo son las cuentas de las inversiones?
“Antes de que saliera la estrategia a 2030, ya teníamos comprometidos más o menos 4.500 millones de dólares en inversiones de aquí al 2023. En total estamos pensando en unos 8.100 millones de dólares”.
Y para esas apuestas, ¿se buscarían socios estratégicos?
“El Grupo ISA hace un esfuerzo de acercarse a inversionistas grandes en la región. Estuve este año en Nueva York, hablando con potenciales inversionistas y también en Canadá, así que tenemos una cantidad de líneas de diálogo abiertas. Hoy en día no sé quién sería el aliado, porque tenemos que ajustar planes. También hemos tenido reuniones con jugadores eléctricos en Italia e incluso chinos”.
El hecho de que la mayoría accionaria de ISA sea del gobierno, ¿no espanta a esos inversionistas?
“Pues nos hacen preguntas, pero cuando somos campeones en gobierno corporativo, eso nos permite mirarlos a los ojos, así que si hubiera algún mensaje de que hay injerencia política o injerencia administrativa que nos minara el gobierno corporativo, sería más difícil”.
ISA fue el primer estructurador de las vías 4G en el país, ¿cuándo entrará de ello en ese negocio?
“Desde hace años estamos mirando, permítame el coloquialismo, todo lo que se mueve, y si se nos dan cosas yo creo que de aquí a mediados del año entrante estaremos en ese negocio, ojalá, entrando en ese sector. No nos asusta llegar a ese mundo de la infraestructura de carreteras porque si hemos sido impecables en el transporte de energía y aplicamos los mismos principios de ética lo podemos hacer bien. Sería aire fresco, en Perú y en Colombia, que una compañía como ISA llegara al sector”.
FUENTE: DIARIO LA REPÚBLICA (CO)