El sector camaronero invirtió en los últimos años unos $ 400 millones. José Antonio Camposano, presidente de la Cámara de Acuacultura, detalla en qué se concentraron esos capitales y cómo los precios internacionales amenazan proyectos aún en ejecución, pues en el 2018 el sector creció el 20% en volumen, pero solo 8% en facturación.
¿En qué lapso se invirtieron esos $ 400 millones?
Desde el 2013 al 2017, la inversión total entre los tres eslabones de la cadena camaronera: Cría y engorde de camarón; alimentos; y procesamiento y exportación; llegó casi a $ 400 millones, que más menos es el 1,3% de las inversiones totales de la economía ecuatoriana.
¿En cuál de los segmentos se concentró la inversión?
Hay inversiones muy importantes en procesamiento: Santa Priscila con dos plantas nuevas, Omarsa con una, Songa con otra; también en fábrica de alimentos: Skretting, Vitapro, Biomar, Cargill. Pero también hay otras inversiones que no alcanzan los las lagunas acuícolas, que entre el 2014 y 2017 llegaron a sumar casi $ 190 millones, el 57% de la inversión total del sector.
¿Qué incidió para que se dinamizaran las inversiones en esos años?
Hay un proceso de mejora continua que se vio dinamizado por una situación de precios del año 2013, hubo más recursos, lo que hizo que el camaronero, que ya conocía lo que era estar afectado por diversas enfermedades, no saque los recursos fuera del país, sino invertirlos en sus propias fincas, tecnificar y mejorar.
¿Este auge se mantuvo en 2018 y este año?
Las inversiones no se hacen año a año, forman parte de proyectos de varios años de ejecución(…). Lo que sí se ha notado, de fines del 2017, durante todo el 2018 y el 2019; es que en algunos casos ponen en stand-by ciertos procesos de inversión desmotivados por la caída de los precios internacionales.
¿En qué tipo de inversión sucede?
He tenido casos puntuales, uno es de un grupo grande que inscribió su persona jurídica con x número de hectáreas y luego nos comunicó que de las 900 hectáreas que había anunciado solo iban a considerar 245 a causa de los precios, ellos decidieron esperar e ir poco a poco con las 600 hectáreas faltantes. Creo que el precio internacional debe ser considerado, no una alerta, pero sí como un semáforo.
¿Qué puede hacer el sector para contrarrestar el precio?
La situación del precio no la podemos controlar, es oferta y la demanda, pero hay factores que sí nos pueden ayudar a competir mejor. Todo ese trabajo del sector empresarial requiere de la contraparte gubernamental en la agenda comercial, hay que mirar a Asia con más agresividad.
¿Asia es su norte?
Sí, es necesario trabajar más agresivamente en mercados con capacidad de absorber el volumen que Ecuador genera, tenemos China, Corea del Sur, donde hay trabas, que hay que trabajarlas, primero tenemos que dejar de pagar aranceles en China, el 5% de arancel o el 2%, lo estamos trabajando con las autoridades, requiere de mucha atención.
FUENTE: DIARIO EL UNIVERSO (EC)