Hasta este domingo se podrían ingresar los últimos cambios en las reformas laboral, tributaria y monetaria que prepara el Ejecutivo para –luego del visto bueno del presidente Lenín Moreno que regresa de Nueva York– presentarlas a la Asamblea el próximo lunes.
Así lo informó ayer, en una entrevista radial, el vicepresidente de la República Otto Sonnenholzner.
El segundo mandatario dijo que se entregarían las tres leyes juntas, pero no precisó cuáles de estas irían por la vía económica urgente y cuáles por la vía regular.
Es que ese 30 de septiembre es el último plazo que tiene el Gobierno, tanto porque así se determinó dentro del Acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), y porque de lo contrario los cambios tributarios no se podrían incluir en la estructuración del presupuesto del 2020.
Una de las reformas que más expectativa genera es justamente la reforma tributaria. Incluso el equipo técnico del FMI ha dejado pendiente la entrega del reporte sobre la segunda revisión al directorio hasta cuando el Gobierno entregue las leyes. Solo entonces se podría hacer el tercer desembolso pactado dentro del Acuerdo.
Esto, porque el Acuerdo con el FMI busca incrementar la recaudación en 1,5% del PIB (unos $ 1.500 millones).
¿Pero cuáles podrían ser las fuentes de este ingreso extra para el próximo año?
De acuerdo con Jaime Carrera, secretario del Observatorio de la Política Fiscal (OPF), se puede avizorar que el Gobierno buscaría reducir las exenciones tributarias que ahora existen. Por ejemplo, la deducción de gastos personales sería menor. También se podría bajar la base del impuesto a la renta.
En el interior de las entidades económicas se ha indicado que el Gobierno debe escoger entre varias opciones como por ejemplo el incremento del impuesto al valor agregado (IVA), o la eliminación más extendida del subsidio a los combustibles. En ambos casos se generaría malestar en la población.
Sonnenholzner adelantó que la reforma tributaria buscará la simplificación de la tributación. Carrera dijo que si se llega a incrementar el IVA, el régimen debe trabajar en una baja importante del gasto, pues la ciudadanía no va a aceptar pagar ese impuesto para seguir manteniendo una burocracia obesa.
En cuanto a la reforma laboral, el vicepresidente comentó que lo que se busca es incorporar nuevas modalidades de empleo que a su vez generen más contrataciones. Esta semana el ministro de Trabajo, Andrés Madero, comentó que la reforma buscará mayor empleabilidad, pero no afectará derechos laborales (vacaciones, décimos, jubilación). Previamente, había al menos tres temas en los que se generaron ciertos acuerdos entre empleadores y empleados: contrato de emprendimiento (hasta tres años); eliminación del recargo de 35% por contratos eventuales y ocasionales, y jornadas laborales más flexibles.
Desde la Asamblea, Patricio Donoso, miembro del Consejo de Administración Legislativa (CAL), comentó que es hora de hacer una reforma laboral que permita, por ejemplo, el trabajo por horas. Aseguró que en el país hay 5 millones de personas que no tienen un trabajo adecuado. También explicó que no se trata de precarizar el trabajo, sino de generar más empleo.
Entre tanto, las reformas monetarias tienen que ver con la autonomía del Banco Central del Ecuador, la conformación de su directorio, y la recomposición de su balance. Además, las facultades de control de la Superintendencia de Bancos y la de Economía Popular y Solidaria. (I)
FUENTE: EL UNIVERSO (EC)