Los riesgos fiscales, políticos y de gobernabilidad en América Latina y el Caribe son la principal amenaza a la hora de definir las perspectivas económicas y de calificación de los países de la región. Así lo planteó la agencia Fitch Ratings en su más reciente análisis que fue presentado ayer.
El informe, además, advierte que las presiones a la baja de la calificación persistirán en 2020 para los soberanos latinoamericanos.
“América Latina incluye el mayor número de perspectivas soberanas negativas entre las regiones del mundo. Ha sido desafiado por el persistente crecimiento mediocre en los últimos años y es probable que los riesgos a la baja persistan en 2020. Los desafíos externos siguen siendo significativos”, explica Fitch Ratings en la publicación.
Cuando el organismo habla de las vulnerabilidades de las economías latinoamericanas frente a los sucesos internacionales, habló específicamente
a la nueva escalada de la disputa comercial entre Estados Unidos y China.
“En particular, las economías que antes crecían más rápido, como Chile y Perú, también se han desacelerado. Se pronostica que América Latina seguirá siendo la región de mercado emergente de crecimiento más débil en 2020”, indican.
En el informe también se plantea el tema de los disturbios, de los que aseguraron será otra de las presiones del gasto y de las restricciones políticas.
“Los disturbios subrayan las debilidades institucionales de larga data, la amplia desigualdad de ingresos, la creación limitada de empleos y la falta percibida de acción política por parte de los gobiernos para abordar estos problemas. No se puede descartar la propagación de los disturbios sociales a otros países, ni la actividad de protesta sostenida y escalada que podría socavar la gobernabilidad y el crecimiento económico a mediano plazo”, reza el documento.
Por último, Fitch destacó que dos tercios de los países de la región verán un alza adicional de la deuda pública en 2020.
También hablaron del impacto de los procesos electorales para el próximo año. «El ciclo electoral en la región es mucho más ligero en 2020 que en 2019, aunque se espera que Perú celebre elecciones legislativas provisionales en espera de una decisión judicial. La perspectiva política de
Bolivia también sigue siendo altamente incierta luego de la renuncia del expresidente Evo Morales después de una elección empañada por irregularidades. Incluso sin un ciclo electoral formal, los desafíos políticos seguirán siendo significativos. El próximo gobierno de Uruguay heredará un gran déficit fiscal y una carga de deuda creciente, y enfrentará un camino difícil hacia una política de ajuste fiscal sostenible. El nuevo gobierno de Argentina enfrenta profundos desafíos macroeconómicos estructurales y un camino complejo hacia la reestructuración de la deuda y la renegociación de su Acuerdo de Reserva del FMI».
FUENTE: DIARIO LA REPÚBLICA (CO)