Moody’s: “La población no está consciente de que debe haber un ajuste”

Ecuador está atravesando un momento muy complicado en su credibilidad. La situación política ha incidido en las reformas económicas que el Gobierno debe tomar para resolver su problema fiscal. Jaime Reusche conversó de los factores que pesaron para bajar la nota crediticia.
El ministro Martínez ha mencionado que Moody’s no valoró el esfuerzo fiscal que ha hecho el Gobierno ecuatoriano.

– Creemos que los esfuerzos fiscales han sido importantes. Lo que sí vemos es un escenario muy retador. La habilidad para seguir tomando medidas es un tanto limitada, en el sentido que el Gobierno está en un año político bastante retador. Se acercan las elecciones. También vemos que hay mucho rechazo a las medidas, que para nosotros son bastante urgentes y que el Gobierno tiene la voluntad de implementar, pero claramente hay mucha resistencia.

¿No es demasiado prematuro preocuparse por los bonos que vencen en 2022?

– Eso es muy cierto. Estamos bastante tranquilos con el escenario que pinta para 2020 y 2021. Nuestra preocupación es para 2022. El tema es que el tiempo se acaba y todavía hay medidas que puede implementar el Gobierno, pero las vemos como poco probables que se implementen. El programa con el Fondo se acaba en 2021 y para nosotros el panorama es muy complicado en fuentes de financiamiento para el Gobierno. Una fuente importante han sido los multilaterales y el FMI, pero eso se acaba. Si no se da un programa nuevo con el Fondo, todavía esa posibilidad es escasa en este momento, vemos que será muy complicado cumplir con todos los vencimientos que se vienen desde 2022.

¿Cuál fue el factor que más pesó para bajar la calificación?

– Ya de por sí teníamos una perspectiva negativa en la calificación anterior , que era B3. Lo que más pesó fueron los vencimientos de bonos desde 2022, que este es un año de elecciones, la ruptura de Alianza PAIS con CREO. El hecho de que la población no está consciente de que se tienen que tomar esas medidas de ajuste.

¿Temen nuevas protestas?

– Creemos que se ha limitado el margen de adoptar políticas de ajuste que tengan un impacto significativo, no solo sobre la economía en general, sino también sobre las cuentas fiscales. Esa resistencia se dio claramente en octubre, en donde el Gobierno tenía la intención de eliminar una distorsión que había existido durante mucho tiempo: los subsidios a los combustibles. Sin esa medida, las metas complementarias caminan al filo de la navaja.

El ministro Martínez ha dicho que está dispuesto a reunirse con tenedores de bonos y calificadoras para explicar el reperfilamiento de deuda, ¿cómo toman esas declaraciones?

– Es un tema en el cual sí tenemos cierta preocupación. Si es que eventualmente se va a hacer un reperfilamiento, dependiendo de cómo se haga, bajo nuestra definición, Ecuador podría caer en incumplimiento. Por eso son importantes las conversaciones.
«Creo que va a requerir mucho esfuerzo por parte de la población, de aceptar medidas de ajuste. También de la clase política, de llegar a consensos entre todos los actores políticos y entender la difícil situación en la que se encuentra el país»

¿Qué debe ocurrir para que Ecuador mejore su calificación?
-Creo que va a requerir mucho esfuerzo por parte de la población, de aceptar medidas de ajuste. También de la clase política, de llegar a consensos entre todos los actores políticos y entender la difícil situación en la que se encuentra el país, que no es culpa de un Gobierno específico, sino que las situaciones se han dado de tal manera que el escenario se pone difícil desde 2022. No descartamos que se siga dando un ajuste, pero descartamos que sea de una gran magnitud que permita afrontar los pagos desde 2022 en adelante.

 

FUENTE: DIARIO EL EXPRESO (EC)

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