Cuando se habla de parejas enemigas en la misma casa, uno recordaría la película “La guerra de los Roses”, donde Kathleen Turner y Michael Douglas, ex esposos viviendo en la misma casa, se hacen tanto daño mutuo, que se terminan matando. Pero más allá de la referencia de comedia, lo cierto es que los divorcios, la violencia intrafamiliar o el hecho de tener que a fuerza convivir con alguien a quien ya no se ama, es la realidad de muchas personas alrededor del mundo en tiempos de pandemia.
De hecho, a finales de marzo, ya se veía un número récord de solicitudes de divorcio en las ciudades de Xi’ an y Dazhou luego del confinamiento, según recogía el periódico chino Global Times. Bloomberg recogía un dato de una firma de abogados en Shanghai, Gentle & Trust, que señalaba que estas solicitudes aumentaron un 25% desde el confinamiento y ya en Nueva York y en España se ve este fenómeno: de convivir incluso con más miembros de la familia y tener que estar forzosamente ahí…y no poder separarse. Para muchos, el infierno absoluto. Pero, ¿por qué resulta tan difícil?
«También hay momentos de silencio prolongados y como seres sociales, para nosotros, como seres humanos, es difícil tenerlos. Asimismo, antes, las parejas compartían sus historias, de lo que les pasaba, y ahora casi que se quedan sin comunicación en muchas cosas. Esto hace más difícil el hecho de interactuar. Añade a esto la falta de tolerancia, que se puedan aceptar las diferencias en la forma de hacer las cosas. Entonces eso hace que en las actividades diarias hayan conflictos permanente”, explica a Metro el CEO de Enterapia, Camilo Arbeláez Gómez, psicólogo, especialista en trastornos emocionales y efectivos, y magíster en psicología clínica.
El experto también dice que, incluso, la convivencia ha destruido la parte afectiva y sexual, ya que se ha perdido la frecuencia en las relaciones, lo que es fundamental para una relación. “Hay que recuperar eso, y también generar acuerdos. Tener también espacios individuales sin que esto moleste al otro, porque muchos creen que como la otra persona hace cosas sola, el sentimiento ha cambiado”, expresa. Pero otra gran prueba viene cuando la pareja ya está rota y por fuerza tuvo que convivir en el confinamiento.
EVITE EL CONFLICTO
Y peor con hijos, pues los padres son el primer rol de relación de pareja que tomarán como enseñanza. Por eso, el experto recomienda tomar terapia y también generar acuerdos en cuanto a espacios, horarios y actividades para poder mejorar la convivencia. “Así como los niños escriben todo cuando están aprendiendo, la pareja también debería escribir sus propios acuerdos y tratar de cumplirlos. Y si no se puede, avisar al otro con anterioridad, para así adaptarse mejor”, expresa.
Pero hay una situación más oscura de fondo: en algunos países, la violencia intrafamiliar se ha incrementado. De hecho en varios países como China, Brasil, Alemania, España, entre otros, se ha reportado un alza de denuncias por este motivo. Y la cuarentena mantiene conviviendo a muchas parejas con sus abusadores forzosamente, que tienen más espacio para sus agresiones. “Anteriormente, el victimario tenía espacios fuera de su casa, incluso consumía alcohol. Ahora se consume más dentro de los hogares y la víctima también está expuesta, todo el tiempo, a más maltrato físico y verbal”, explica el experto. Claramente, en cada país hay una línea de ayuda, así como organizaciones, que pueden ayudar a estas víctimas a encontrar otros lugares para confinarse.
Ahora bien, si no se ha cruzado esa línea, lo recomendable es encontrar puntos para conciliar, pero sobre todo, entender que la idea primaria del amor romántico no es suficiente. “Esto no es solo vivir de ‘te quiero’ sino de trabajar todos los días en un vínculo”, expresa el experto. Y ya cada quien lo manejará a su manera.
UNA CIFRA INTERESANTE
25% aumentaron un las solicitudes de divorcio en Shanghai (China) luego del confinamiento.
FUENTE: METRO ECUADOR