En Madrid, las obras que deben cubrir el estadio Santiago Bernabéu con un techo retráctil y una piel exterior metálica han aprovechado el parón del fútbol para seguir avanzando, tras una breve pausa por la pandemia del coronavirus.
El último partido disputado en el feudo madridista fue el clásico contra el Barça del 1 de marzo y desde entonces el estadio está cerrado al público, pero no a los trabajadores.
«Obras en el Bernabéu: hagan hueco para una cueva de 30 metros de profundidad». Así da cuenta el diario deportivo Marca de la continuación de los trabajos en el coliseo – a gran escala- y en el terreno donde jugaba el equipo blanco hasta hace poco más de tres meses.
Mediante imágenes proporcionadas por nuevoestadiobernabeu.com, una página web que ofrece periódicamente información sobre el estado de las obras, se puede apreciar el terreno de juego ya completamente levantado con maquinaria y poco se puede ver de la llamada grada baja del lateral oeste que da al Paseo de la Castellana.
«Que esta zona sea la más afectada de toda la grada tiene una explicación. Hay que hacer una obra más que importante, una cueva de nada más y nada menos que de 30 metros de profundidad donde se albergará el césped cuando no esté el estadio en uso para los partidos», indica Marca.
Además, las fotografías que comparte el portal dan cuenta de cómo es la estructura de la fachada del recinto inaugurado en diciembre de 1947.
El Real Madrid contaba con que las obras continuaran a buen ritmo durante el verano, aprovechando la ausencia de los jugadores, pero con la finalización de LaLiga española en junio y julio, ha tenido que buscar alternativas.
Así, el equipo blanco se ha girado hacia el Alfredo Di Stéfano, habitual sede de juego de su filial, en su ciudad deportiva de Valdebebas, donde jugará los seis partidos que le quedan por jugar en casa.
Las estrellas merengues acabarán su temporada en ese pequeño estadio de 6.000 localidades, que también utiliza el Tacón, futuro Real Madrid femenino. (D)
Fuente: Diario el Universo (ec)