Comunidades como Sigsillano, en Azuay, están a la espera de plataformas para que continúe el evento que ha reunido a exponentes de este instrumento. La idea es hacerlo en octubre próximo.
La décima edición del Festival de Guitarras, organizado por SONO Estudio, bajo la dirección del concertista y gestor cultural Bolívar Ávila, se plantea una nueva fecha para su ejecución y nuevos formatos para su puesta en escena, con la que esperan llegar a los medios de comunicación.
En medio de montañas y cerros que cubren los Andes azuayos se oculta la parroquia San Bartolomé, Sígsig, y en ella uno de los lugares vitales de la guitarra: Sigsillano, el hogar de gran número de artesanos constructores de guitarras.
Vinculado con ellos desde hace varios años, el festival dirigido por Ávila intenta mostrar su capacidad creativa y mejorar aspectos como la comercialización de los instrumentos, algo que se ha visto empeorado en el marco de la pandemia.
Previsto para finales de mayo, el evento se pospuso y ahora se plantea como fecha tentativa mediados de octubre. Así lo dio a conocer Ávila, quien agregó que manejan como primera opción el uso de medios televisivos y radiales para esta edición.
“Estamos en conversaciones con medios de la ciudad con el fin de abrir sus espacios para montar en ellos el encuentro”, agregó el también concertista.
Considera que actualmente las plataformas digitales han saturado a la gente: “las familias usan la tecnología, principalmente, para las clases virtuales de sus hijos, el teletrabajo, llamadas a familiares; creemos que eso ha saturado su uso”.
En esta condición, las propuestas artísticas pasan desapercibidas o se pierden en un océano de información. Entonces surgió la idea de usar los medios tradicionales como alternativa para montar las actividades culturales.
Otra alternativa para la ejecución del evento consiste en tomar las medidas de seguridad recomendadas por el COE Nacional para actividades culturales; sin embargo, no es algo que puedan decidir con antelación pues dichas decisiones pueden cambiar.
Por ahora han retomado las gestiones y cierran acuerdos con instituciones de la ciudad y la provincia como el Municipio de Cuenca, la Prefectura de Azuay, el Municipio de Sígsig, el Museo Pumapungo o la Orquesta Sinfónica de Cuenca.
Convertirse en un mecanismo para que el trabajo cultural y artístico se active ha sido desde su creación la meta del festival, “y más en estos momentos en los que no hay trabajo”.
Con los cambios que sufrirá obligatoriamente el evento, cerca de 50 personas se vincularían directamente. Para el gestor, se trata de ayudar a gente de la cultura que no tiene ingresos fijos. (I)
En San Bartolomé los lutieres buscan reactivar su negocio
El Festival de Guitarras, actualmente, se vincula con unos 15 artesanos de la comunidad de San Bartolomé, para quienes la situación se ha tornado difícil pues viven del día a día, de la venta de los instrumentos.
Por ahora la gente no compra y ellos no pueden transportarse a Cuenca para venderlos. Este es otros de los puntos flacos de la comunidad artesanal de Sigsillano. A eso se suma la falta de organización, algo que se pretende solventar con los Gobiernos autónomos parroquiales, municipales y provinciales, agregó el director del festival, Bolívar Ávila.
Todo termina con el problema que representa para ellos la distribución.
En este contexto, el festival realizaba visitas guiadas a los talleres artesanales de los constructores, pero hoy no será posible. Para solventar esta ausencia, analizan la posibilidad de crear una página web para una ruta virtual de ventas. (I)
Fuente:Diario El Telegrafo.