Colombia: Corto plazo
La logística colombiana se encuentra altamente impactada por el súbito incremento en la demanda. En especial en los departamentos de frontera. Los elementos que significaban un control relativamente sencillo, en cuanto a transporte, movilización, almacenamiento y distribución, se han visto trastocados.
En la medida que la crisis venezolana se mantenga, las acciones tácticas se emplearán recurrentemente. Para dar respuesta adecuada a esta situación, las empresas colombianas podrían realizar las siguientes acciones:
1.Redimensionar la gestión del almacenamiento y distribución, haciéndola más ágil.
2.Dentro del proceso de adquisición, garantizar los elementos, materias primas, componentes y otros, necesarios para hacer frente al incremento de la demanda.
Como puede observarse son actividades estrictamente tácticas debido a que la coyuntura de la inmigración descontrolada no tiene un momento claro de su terminación o al menos un declive en su intensidad. Luego, hacer cualquier plan sobre la cobertura de demanda con tal nivel de incertidumbre, no representaría una ventaja competitiva. Ante este escenario lo correcto sería mantener la gestión táctica con una frecuencia de seguimiento bastante cercana entre los puntos de control.
Colombia: Mediano y largo plazo
La perspectiva de un cambio en la economía venezolana es lo que determinará cómo enfrentará la logística colombiana esta etapa. La planificación a mediano y largo plazo se basaría en cómo apuntalar los canales de distribución que se desarrollaron en el corto plazo. Sin embargo es esta etapa no se puede tomar el nivel de consumo anterior y la óptica debe volverse hacia la rotación del tipo de producto o servicio a suministrar.
Si el mismo refleja un “consumo forzado” por el tema crisis, no puede extrapolarse que dicha demanda sea conservada por la población. La crisis de alguna forma la derivó hacia su incremento. Ahora bien, si el producto o servicio quedó fidelizado en la psique del consumidor, entonces la logística para su distribución tiene que adicionar la misma al nuevo esquema.
Éste se presentaría en dos escenarios particulares. El primero tiene que ver con el porcentaje de consumidores que permanecería dentro de la economía colombiana. La gestión logística en este caso soportaría la ejecución de suministro para apuntalar la fidelización en dicho segmento. El conocimiento experto del canal de distribución será clave. A tales efectos y por ende la integración logística – mercadeo es prioritaria. El segundo escenario se encuentra relacionado con el segmento de población que retornaría a Venezuela. Al haber sido consumidores del producto en Colombia, representan un mercado potencialmente apto para continuar con dicho nivel de consumo. Un desafío que se presenta en este segundo escenario está representado por la gestión logística en sí, pero en territorio venezolano.
Desde la infraestructura logística disponible, hasta las personas que ejecutarían las operaciones logísticas, se tendría que adecuar, adaptar, ajustar, formar y adiestrar con antelación. Es una acción altamente estratégica, enmarcada en el largo plazo. La razón de ello es la realidad de que inclusive antes de la crisis, la carencia de infraestructura para uso de logística integral era evidente en la realidad venezolana. Las instalaciones se caracterizan por ser antiguas y las más recientes en construcción se han levantado con un criterio de aprovechamiento de subsidios para construcción de viviendas y no bajo un enfoque moderno que le brinde a las operaciones o a la logística la oportunidad de emplear al menos las mismas con un mínimo de adecuación.
En este sentido la planificación de la logística deberá pasar por entender y comprender este complejo escenario y así evitar tener algún traspié. El otro aspecto imprescindible de tener presente está relacionado con el conocimiento experto sobre logística. El manejarlo desde las bases es clave para una aplicación exitosa de sus principios y sin embargo en el ámbito venezolano no ha sido un elemento formativo dentro de la educación de los profesionales, de ninguna rama, técnica o administrativa. Por ello es necesario establecer una planificación de cómo adiestrarlos y capacitarlos. Esta acción debe ser in situ, ya que no se prevé que las casas de estudio, incluso a nivel técnico, puedan hacerlo de forma expedita o al menos con la velocidad que la nueva oportunidad requiere.
Latinoamérica: Mediano y largo plazo
En el caso de la logística desde los países latinoamericanos para poder actuar en el escenario venezolano, no lo pueden hacer bajo un accionar de corto plazo, la razón primordial tiene que ver con la inestabilidad que representa la crisis. En este sentido el contexto impone una estrategia de mediano y largo plazo. Ahora bien, de manera inmediata sí se posee una información clave para el diseño de la estrategia logística. Ella tiene que ver con el tipo de demanda que la diáspora venezolana manifiesta. No solo por los productos emblemáticos de manufactura, otrora venezolana, sino por aquellos que han pasado a sustituir o complementar dichas preferencias.
Inicialmente los productos asociados a la industria alimenticia han de planificarse en función de una logística de exportación hacia Venezuela, lo que implica reforzar los esquemas de comercio exterior, esto es, almacenamiento en origen y destino, movilización hacia el centro de distribución, plan de garantía y servicio posventa. En la medida que se asiente el producto y la sincronización logística se podrá planificar con escenarios pertinentes desde la alianza comercial estratégica con distribuidores locales, hasta la asociación y potencial inversión directa. Claro está que el grado de integración de negocios se habrá de sostener en función de las garantías jurídicas que se implementasen. En la medida de la mejora en el ambiente empresarial, se abre una oportunidad muy significativa en los siguientes sectores:
.Construcción civil
.Servicios de mantenimiento eléctrico
.Servicios de mantenimiento de maquinarias y equipos
.Servicios de mantenimiento de infraestructura
.Telecomunicaciones básicas
A largo plazo y en función de la recuperación del poder adquisitivo de la población, se incorporarían nuevas áreas para la comercialización de productos o servicios. Es aquí donde de nuevo la gestión logística toma un rol protagónico, ya que se adicionarían nuevas exigencias tales como: despachos puerta a puerta de víveres, alimentos, equipos de tecnología, entre otros. Y es que hoy día y a mediano plazo no es que no lo hubiere, sino que a largo aliento, esta forma de comercio se irá asentando muy grandemente es las ciudades de Venezuela. Y ello será motivado a que más del 80% de la población venezolana es de carácter urbano y altamente concentrada en no más de 8 ciudades, que no se separan entre ellas por más de 700 kilómetros. En la medida de que la conectividad física mejore y las telecomunicaciones hagan lo propio, se verificará una gran oportunidad de penetración y fidelización para las empresas latinoamericanas dedicadas a la venta minorista (Retail), envíos personalizados, servicios de e-commerce, entre otros.
En el caso de las empresas de manufactura, en el mediano y largo plazo, tienen el desafío de una industria venezolana que posee un buen nivel de operatividad y que debido a la situación de crisis, ha vivido y en algunos casos sobrevivido en una realidad de recesión e hiperinflación, lo que hace que se encuentre en capacidad de responder, al menos en un porcentaje superior al 30% de incremento operativo, en relación a su estado actual. El plan a largo plazo se deriva en dos vertientes:
1.Asociarse con empresas locales
2.Adquirir operaciones venezolanas
Petróleo y la logística en Venezuela
El área más desarrollada dentro de la economía venezolana, es sin duda el sector petrolero. Más de cien años de exploración, extracción, refinación, mejoramiento, conversión, almacenamiento y distribución en el área de hidrocarburos, en todas sus formas, lo avalan. Venezuela fue durante más de treinta años en el Siglo XX, el mayor exportador de petróleo del mundo. Por todo lo anterior y con mucho sentido común sería pertinente preguntar ¿y cómo podemos hacer logística en ese campo, cuándo los venezolanos son los expertos? La gran oportunidad no se encuentra en la industria en sí, ni siquiera en los servicios conexos como mantenimiento de instalaciones o suministros de herramientas, equipos, productos químicos o servicios de alojamiento y alimentación.
La logística latinoamericana tiene que colocar su vista en la actividad petrolera venezolana, pero en las consecuencias de su operatividad. Es decir, tomar el pulso de la recuperación y mantenimiento de la misma. De allí surgirán oportunidades en el sector de venta detallista, prestación de servicios de salud, capacitación profesional, servicios de distracción, entre otros. La recesión venezolana donde más ha incidido es en las condiciones generales de trabajo de los profesionales petroleros. Estadísticas concretas indican que se supera el 70% la pérdida de conocimiento experto y en un porcentaje mayor la destreza técnica – operativa. La estabilidad que representó la industria petrolera, es solo, hoy día, un recuerdo, y el volver a dicho estatus, no será solo recuperar los procesos operacionales.
Consideraciones finales
Escribir sobre lo que acontece en Venezuela y tratar de ubicar de manera pragmática oportunidades para hacer logística, con visuales de corto, mediano y largo plazo, es un ejercicio de muy alta exigencia. El ubicarse en escenarios futuros siempre es retador y solo cuando éste se convierte en presente y se registran los resultados, es cuando podemos constatar si nuestras aproximaciones fueron acertadas y con cuánta exactitud. Pero la carencia de propuestas o sugerencias, por temor al yerro, no es una buena conseja. Sobre una base realista, es que hemos escrito este papel de trabajo. Venezuela posee muchas características para convertirse, de nuevo, en un
Referente económico del continente y quizás del hemisferio. Su pasado, aparte de los errores en políticas públicas y aplicación de políticas económicas, evidencia casos importantes de éxito empresarial. Incluso bajo un contexto tan adverso como el verificado desde los inicios del siglo XXI.
Lo principal, y medular, para los nuevos actores, tanto locales como foráneos, es conocer, entender y comprender la realidad de los venezolanos. La misma está presente tanto en la diáspora como en los residentes. No se trata solo de un análisis económico de políticas macro, sino en adicionar estratégicas y tácticas de negocios sobre la base de un contexto social y político complejo y no exento de riesgos. Las organizaciones han de diseñar y redimensionar la gestión de sus cadenas de abastecimiento a lo que denomino: Logística Emocional.
A diferencia de otras sociedades latinoamericanas, donde el disfrutar de periodos de mejores ingresos y posibilidades de ascenso social, fue una aspiración que se materializó luego de arduas jornadas y admirable perseverancia, en el caso de la sociedad venezolana es una exigencia que se reclama repetir motivado a su pasado rentista.
Está claro que ello no se reeditará, por innumerables razones, todas perfectamente conocidas. Pero esto no elimina que la oportunidad se encuentra tangible. En fin, el campo de juego está a disposición de quienes deseen participar en “la partida” venezolana… ¿quiénes se atreven?….
: Mascontainer.com (Ch)