¿Cómo ayudar a los hijos durante las clases virtuales? Dos expertas brindan recomendaciones

Los estudiantes de régimen Sierra-Amazonía comenzaron este martes 1 de septiembre un nuevo año escolar. En total son 1,8 millones de alumnos inscritos en todos los sostenimientos (fiscal, particular, municipal, etc.).

Las clases se mantendrán con trabajos en casa y vía ‘on line’, debido a la pandemia de covid-19, enfermedad que ha dejado 114 309 infectados en el país. Ante esta realidad, los padres deben apoyar y acompañar a sus hijos durante esta temporada.

Claudia Tobar, directora del Instituto de Enseñanza y Aprendizaje (IDEA), de la Universidad San Francisco de Quito, señala que la organización es la clave para una formación virtual adecuada.

En el primer aspecto -señala Tobar- es necesario que se asigne un lugar destinado a las clases, es decir, un escritorio y una silla ergonómicas donde el niño pueda acomodarse.

“No puede estar en la habitación o en la cocina, porque tienden a asociarlo con dormir o comer, respectivamente. Allí hay muchas distracciones”.

En ese espacio se debe colocar los horarios de cada asignatura, el ID o link para conectarse.
Además debe haber un sitio para que el chico coloque sus útiles escolares, libros y demás materiales.
Esto ayudará a que el niño o adolescente tenga un sitio para recibir sus clases de forma adecuada y oportuna.
Además, padres y madres pueden estar pendientes de su formación. Cristina Tapia, psicóloga educativa del Centro Crecemos, coincide en que la organización facilita el aprendizaje, más aún, en estas épocas marcadas por las clases virtuales. Para ella, los progenitores deben evaluar el tipo de necesidades que tienen los chicos, según sus edades.
Niños entre 4 y 5 años (niveles iniciales) Los preescolares necesitan un mayor apoyo de los padres y madres. Ellos son los encargados de guiar al niño o niña durante sus clases, por lo que deben estar cerca de ellos.
Por ejemplo, deben estar pendientes a la conexión del Internet, es decir, si funciona o no o si la clase se corta constantemente.
Los representantes deben organizar el material didáctico para que esté al alcance del infante; también deben ayudarles a elaborar actividades, como cortar o dibujar.
“La familia suple el trabajo de los docentes”. En esa edad los chicos son inquietos, por lo que deben hablar con ellos para evitar inconvenientes en casa. Los pequeños deben entender que ya no están de vacaciones”.
Niños entre 6 y 11 años (de primero a séptimo de básica) Los estudiantes tienen un mayor conocimiento de la tecnología y pueden desenvolverse de forma más independiente .
Sin embargo deben explicar cómo será la dinámica de clases y apoyar en la enseñanza de escritura y lectura (con los niños de primer año). Al igual que los años anteriores, la organización debe ser el eje central durante las horas de clases.
Adolescentes 12 a 15 años (de octavo a décimo de básica) El trabajo de los progenitores debe centrarse en la conducta de los chicos, para que sigan con sus clases y no se distraigan con otras actividades, como chats con amigos, videos y redes sociales.
Ellos tienen más autonomía, pero el padre o madre debe apuntar a la idea de que la autoeducación es importante en este momento.
Adolescentes de 16 a 18 años (bachillerato) Con ellos se debe trabajar sobre la idea de que estudiar es fundamental para continuar con su formación de tercer nivel, es decir, la universidad. Por ello, padres y madres deben conversar para fomentar esta situación.
FUENTE:EL COMERCIO (EC)
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