Famosos edificios de todo el mundo, desde la torre Eiffel a la ópera de Sídney, secundaron el sábado 27 de marzo de 2021 la Hora del Planeta, en la que durante 60 minutos han apagado sus luces, de forma simbólica, con el objetivo de luchar contra el cambio climático y la pérdida de biodiversidad.
La Hora del Planeta nació en 2007 en Sídney como un guiño hacia la sostenibilidad y hoy se considera un clásico en el calendario de fechas ambientales relevantes cada último sábado de marzo del año.
“La Hora del Planeta es un símbolo con el que queremos recordar que la naturaleza es el sistema de soporte vital que nos brinda todo lo que necesitamos, desde el aire que respiramos hasta el agua que bebemos y los alimentos que comemos y que debemos defenderla ahora para salvaguardar la salud de nuestro planeta y, a su vez, nuestra propia salud y bienestar”, aseguran desde el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), impulsor de esta iniciativa global de carácter simbólico.
A esta decimotercera edición se ha vuelto a sumar París apagando la iluminación de la Torre Eiffel, como también lo ha hecho la ópera de Sídney (Australia), mientras que en Roma ha quedado a oscuras la fachada del Palazzo Senatorio del Campidoglio, sede del Ayuntamiento de la capital italiana, como “gesto sencillo pero significativo para recordarnos que la lucha para prevenir la pérdida de biodiversidad y la protección de la naturaleza son fundamentales para combatir el cambio climático”, ha señalado la alcaldesa, Virginia Raggi.
En Moscú han apagado las luces el Kremlin y todo el conjunto arquitectónico que conforma la Plaza Roja: el Museo Histórico, los lujosos almacenes GUM, la Catedral de San Basilio y los Jardines de Alejandro, además de la Catedral de Cristo Salvador, la torre de televisión de Ostánkino y los siete rascacielos erigidos en la época soviética de Iósif Stalin.
La Hora del Planeta ha tenido un seguimiento muy reducido en Turquía a raíz de las restricciones derivadas de la pandemia y solo dos grandes empresas con torre propia en Estambul apagaron las luces, al igual que una cadena de colegios privados y varios ayuntamientos de capitales de provincia, como el Gaziantep en el sureste del país o el de anakkale en los Dardanelos, que han apagado importantes centros o monumentos urbanos.
En Ecuador se organizaron eventos digitales para apoyar la iniciativa global. Por una parte se realizó una encuesta pública con el objetivo de recopilar voces a favor de la inclusión y la diversidad que ayuden a construir un manifiesto ciudadano juvenil por la sostenibilidad.
También se realizó un evento digital con la participación de jóvenes músicos, líderes, artistas y ciudadanos que expresaron sus compromisos por un futuro sostenible. Edificios y hogares se sumaron al apagón de más de 18 000 monumentos a nivel mundial en apoyo a este movimiento ambiental ciudadano.
FUENTE: EL COMERCIO (EC)