Estudios ejecutados para el Ministerio de Medio Ambiente de Bélgica y Gobierno de Bruselas, concluyeron que limitar la velocidad de las embarcaciones al 75 % de su velocidad de diseño reduciría un 10 % la emisión de gases como el dióxido de carbono, los óxidos de azufre, los óxidos de nitrógeno y el carbono negro.
Ambos informes, elaborados por el grupo de investigación independiente TNO, se encuentran compuesto por un análisis al tráfico marítimo del Mar del Norte. En el mismo, se señala que además de la reducciones de los gases contaminantes, el limitar la velocidad de las naves aminora el ruido que afecta a los ecosistemas submarinos.
“Esta limitación de velocidad es fácil de aplicar y monitorear, además de crea un marco de igualdad de condiciones para que todos los tipos de buques de diferentes sectores apliquen las mismas medidas y nadie resulte penalizado indebidamente”, señaló Sharon Livermore, directora del Fondo Internacional para el Bienestar Animal (IFAW), para un medio digital.
Las conclusiones de estos estudios llegan justo tras conocerse los “recientes y alarmantes” resultados del Programa Conjunto de Monitoreo del Ruido Ambiental del Mar del Norte financiado por la Unión Europea que demostraron cómo su “paisaje sonoro” está “dominado por el ruido del transporte marítimo”.
FUENTE: EL UNIVERSO (EC)