De este mecanismo de protección de precios se benefician los productores de banano, arroz y maíz. Analistas dicen que es una política errada.
Ecuador aplica un precio de sustentación para varios de sus productos agrícolas, monto que es fijado anualmente por el Ministerio de Agricultura y que, muchas veces, no satisface al productor ni al comprador.
El precio de sustentación o precio mínimo busca proteger a los productores agrícolas de la variación de precios, que cambian si es temporada de cosecha o de siembra.
Cuando hay abundancia de producción, generalmente después de las cosechas, el precio tiende a la baja por la ley de la oferta y la demanda. El precio de sustentación busca que ese precio bajo, al menos garantice los costos de producción de los agricultores. “Es una política errada que tiene que manejarse mejor”, sostiene Walter Spurrier, director de Análisis Semanal.
En el caso del banano, por ejemplo, el precio mínimo de sustentación es de USD 6,25 para la caja de 18,14 kilogramos. Es decir, que los productores pueden firmar contratos con este valor como constante.
Sin embargo, a finales de octubre de 2020, el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) presentó una tabla de cuatro precios mínimos, en función de la temporada:
- USD 6,90 desde la semana 1 hasta la 16.
- USD 6,60 de la semana 17 hasta la 32
- USD 4,50 de la semana 33 a la 42
- USD 6,40 de la semana 43 a la 52
La ley de la oferta y la demanda
Por lo general, en épocas en los que la demanda supera a la oferta, lo que dispara los precios al alza, los productores archivan este precio de sustentación y ganan.
«La idea de que al productor se le pueda garantizar un precio mínimo, que muchas veces es superior al de los vecinos, nos resta competitividad», señaló Spurrier.
En el caso del maíz, por ejemplo, en época de abundancia, el mercado se nutre del producto y los productores presionan para que se respete ese precio de sustentación. Pero en épocas en que la oferta del producto es inferior a la demanda, los productores buscan enviar su producción a Colombia, donde obtienen un mejor precio, lo que obliga a los consumidores a importar el producto.
Ese es el caso de los fabricantes de balanceados para aves y porcinos, que encuentran más barato el precio del maíz importado que el de producción nacional.
En Ecuador, una tonelada de maíz cosechada localmente cuesta USD 360, un precio superior a los USD 330 que cuesta una tonelada importada del producto, entregada en puerto.
El arroz, entre el precio de sustentación y otros conflictos
Los arroceros cerraron varios puntos del litoral y el oriente ecuatorianos, para presionar por dos cosas: que el presidente Guillermo Lasso cumpla su promesa de campaña y fije el precio de sustentación en USD 35 dólares para la saca de 200 libras y que controle el ingreso de arroz del Perú y Colombia.
El argumento de los arroceros es que el actual precio de USD 29 dólares no cubre los gastos de producción, debido al encarecimiento de los insumos para producir la gramínea.
Sin embargo, no se dice nada sobre la producción local de arroz, que es inferior a la de países vecinos, lo que encarece el producto nacional frente al extranjero.
Según Red Agrícola, en Ecuador la producción promedio de arroz es de 5,28 toneladas métricas por hectárea, en Perú ese indicador es de 8,1 toneladas por hectárea, pero hay regiones peruanas en donde llega a ser de 13,7 toneladas por hectárea.
«Lo que sucede es que se requiere un cambio sustancial en la manera de organizar la producción arrocera», señala Spurrier.
«El Gobierno debe entregar créditos a largo plazo con bajo interés», sostuvo.
Y, precisamente, con esa oferta de dar créditos es que el Gobierno desactivó el paro nacional arrocero.
FUENTE: PRIMICIAS (EC)