La paralización del OCP hundió la producción petrolera nacional. En cambio, la Refinería de Esmeraldas solo operó a un 26% por falta de petróleo.
Tras la paralización de la operación del OCP (Oleoducto de Crudos Pesados) por los riesgos que corre la tubería por la erosión del río Coca, la producción petrolera nacional se hundió hasta los 430.353 barriles diarios de petróleo.
Lo anterior significa una reducción de 55.353 barriles diarios menos respecto del 16 de junio de 2024, cuando la producción nacional alcanzó los 485.533 barriles. Esta situación obligó a la estatal Petroecuador a declarar «fuerza mayor» en las exportaciones del crudo.
La estatal informó que ya notificó a sus clientes de esta decisión a fin de evitar multas y sanciones por los retrasos en los envíos del petróleo.
Y es que el OCP transporta el 40% del petróleo ecuatoriano, en especial, el petróleo que proviene del campo petrolero ITT, que produce crudo pesado y está a cargo de la estatal Petroecuador.
Frente a esa situación, la petrolera estatal Petroecuador anunció que puso en marcha un plan de contingencia. El plan de contingencia fue activado desde el 17 de junio de 2024, e incluye el almacenamiento de petróleo y apagado de pozos petroleros. De hecho, el ITT produjo el 19 de junio de 2024 solamente 24.498 barriles diarios, esto es menos de la mitad frente a su producción usual es de 50.000 barriles diarios.
Petroecuador apagó 55 pozos de esta área petrolera, por los problemas registrados en el oleoducto OCP, reportó la Agencia de Regulación y Control de Energía y Recursos Naturales no Renovables (Arcernnr).
Otros cambios donde cayó la producción fueron Apaika Nenke, del bloque 31, que está junto al bloque ITT, ambos ubicados en la provincia amazónica de Orellana, en el nororiente del país. También cayó la producción del campo Edén Yuturi en un 34% debido a la paralización de OCP.
El apagón nacional que registró el país el 19 de junio de 2024 también provocó la paralización de pozos petroleros en varios campos petroleros de la Amazonía, como Palo Azul, Lago Agrio, Shushufindi, Sacha y Auca.
En esos campos, la producción cayó entre el 6 y 7% por problemas de interrupción del servicio nacional de electricidad. Producto de todos estos inconvenientes, está previsto que se reprogramen las entregas de crudo pendientes de junio», añadió Petroecuador.
¿Y el abastecimiento de combustibles?
Petroecuador informó a través de su red de X que el personal de la empresa «labora ininterrumpidamente y realiza sus mayores esfuerzos para mantener operativa la infraestructura» y «garantizar el abastecimiento de derivados al mercado interno».
La Refinería de Esmeraldas, la más grande del país y a cargo de Petroecuador, redujo su operación debido a la falta de petróleo. La planta puede procesar 110.000 barriles diarios de petróleo, pero el 19 de junio de 2024 solo procesó 29.196 barriles, es decir, operó a un 26% de su capacidad total.
En cambio, la refinería La Libertad, que puede procesar hasta 45.000 barriles diarios, solo operó al 65% este 20 de junio de 2024. Eso porque solo pudo procesar 29.471 barriles de petróleo.
El origen del problema
El OCP es una tubería que está enterrada; sin embargo, debido a la erosión, unos 140 metros del ducto quedaron prácticamente descubiertos y en el aire, a la altura del kilómetro 102 en la margen izquierda del río Coca, en el trayecto de la vía entre Quito y Lago Agrio.
Esta parte del ducto se ubica específicamente en la parroquia Gonzalo Díaz de Pineda, en el cantón amazónico de El Chaco, en Napo. OCP dijo que si bien el tubo quedó expuesto, no se rompió y no se produjo un derrame. Entonces, procedió a vaciar el ducto y anunció que prevé construir un ‘bypass’ en ese tramo para reanudar operaciones, aunque no se ha informado cuánto tiempo tardarán los trabajos.
Pero no es el único tramo expuesto a riesgos por la erosión del río Coca. Y es que la erosión se aceleró en la margen izquierda del río Coca, en la zona de los ríos Malo y Loco, dado que ambos ríos presentaron importantes crecidas el 16 de junio de 2024, lo que ponen en riesgo otro tramo de la tubería del OCP.
Erosión lateral avanza por el río Loco, afluente del río Coca, y pone en riesgo al oleoducto de OCP y un puente de la vía E-45 o vía Quito Lago Agrio, en el sector de El Chaco.
«En el río Loco la erosión cambió el curso original del río y continúa su descarga directamente en el cauce del río Coca, por lo que hay incremento de la pendiente y puede generar mayor erosión regresiva», advierte el informe de Celec.
Además, en el informe, se señala que la erosión lateral puede destruir el puente sobre el río Loco en la vía E45 o vía Quito-Lago Agrio.
Fuente: Primicias EC