La fertilidad y productividad del suelo de Chimborazo están bajo creciente amenaza debido a una combinación de factores naturales y actividades humanas que han acelerado su degradación en las últimas décadas.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) advierte que esta situación pone en riesgo no solo la seguridad alimentaria
Sino también el papel crucial que juega el suelo como sumidero de carbono, esencial para mitigar el cambio climático.
Diferentes tipos de degradación del suelo en Chimborazo
Prácticas agrícolas inadecuadas:
La adopción generalizada de prácticas como el monocultivo y el uso intensivo de agroquímicos ha agotado nutrientes específicos del suelo y deteriorado su salud general.
El uso excesivo de fertilizantes y pesticidas químicos no solo reduce la biodiversidad del suelo, sino que también contamina los recursos hídricos cercanos.
Deforestación y cambio en el uso del suelo:
La expansión de la agricultura industrial y la urbanización han llevado a la deforestación masiva y la conversión de tierras para otros usos, lo que elimina la cobertura vegetal protectora y aumenta la erosión del suelo.
Esta pérdida de vegetación contribuye directamente a la disminución de la materia orgánica y la estructura del suelo.
Sobrepastoreo y erosión:
La práctica del sobrepastoreo en las zonas de pastizales ha exacerbado la compactación del suelo y la pérdida de cobertura vegetal, facilitando así la erosión hídrica y eólica.
Esta erosión arrastra consigo tierra fértil, materia orgánica y nutrientes esenciales para el crecimiento de cultivos.
Contaminación y urbanización
La expansión urbana implica la pérdida irreversible de suelo fértil debido al sellado de tierras y la construcción de infraestructuras.
Además, las actividades industriales y mineras liberan contaminantes tóxicos que comprometen la calidad del suelo y su capacidad para soportar la agricultura.
Según expertos en el campo, la situación no solo afecta la producción agrícola presente, sino que también compromete la capacidad futura del suelo para sustentar cultivos saludables y contribuir al almacenamiento de carbono atmosférico.
«Es crucial implementar urgentemente prácticas de gestión sostenible del suelo», «incluyendo métodos de agricultura de conservación y una regulación más estricta de las prácticas agrícolas».
Especialista en recursos naturales, Dr. Luis Torres
A medida que Ecuador enfrenta estos desafíos, la comunidad internacional y los gobiernos locales deben colaborar para desarrollar estrategias efectivas que preserven la salud del suelo.
También aseguren su capacidad para alimentar a generaciones futuras en un entorno cambiante.
Fuente: El Productor