Desde 2016, una empresa ecuatoriana ha venido trabajando en el desarrollo de soluciones ambientales para el sector agrícola, enfocándose en la gestión y reciclaje de plásticos utilizados en la producción agropecuaria.

A través de su programa EARTH, ha logrado transformar plásticos como envases de productos fitosanitarios, plásticos de invernadero y cintas de riego en materiales reciclados que sustituyen la madera en diversos productos del agro, contribuyendo a la reducción de la huella ambiental y promoviendo una economía circular más responsable, indico a nuestro medio Francisco Narváez Montenegro, Gerente General de Agrouniversal.

La clave de su éxito, indica el directivo, radica en el programa EARTH, que ha logrado transformar residuos plásticos, como envases vacíos de productos fitosanitarios, plásticos de invernadero y cintas de riego, en materiales reciclados que sustituyen la madera en diversos productos utilizados en el agro.

El objetivo principal de Agrouniversal es sensibilizar a los agricultores sobre la importancia de gestionar adecuadamente los plásticos, los cuales, en muchos casos, terminan siendo enterrados, quemados o arrojados a cuerpos de agua, lo que contribuye significativamente a la contaminación ambiental. Para abordar este desafío, la empresa ofrece a los productores un servicio gratuito de recolección de plásticos, respaldado por un programa de capacitación y asesoría. Este modelo permite garantizar que los residuos plásticos sean reciclados o, cuando no sea posible, coprocesados en plantas autorizadas, contribuyendo a la preservación del medio ambiente.

Transformación Sostenible: Plásticos que Sustituyen la Madera

Agrouniversal cuenta con una planta de reciclaje ubicada en Atuntaqui, donde se procesan plásticos agrícolas provenientes de 16 provincias, incluyendo sectores clave como la floricultura, banano, tabaco y cacao. Uno de los productos más demandados es la llamada “madera plástica”, que reemplaza a la madera natural en aplicaciones como tutores para cultivos y pallets industriales. Esta madera reciclada se caracteriza por su alta durabilidad y resistencia, ofreciendo una alternativa más ecológica y económica frente a los productos de madera convencional, los cuales requieren reemplazos frecuentes.

“Al utilizar plásticos reciclados en lugar de madera, no solo ayudamos a conservar los recursos naturales, sino que también contribuimos a la reducción de la huella de carbono en el sector agropecuario y ganadero”, explica Narváez. Esta práctica no solo reduce la tala de árboles, sino que también permite que los productores ahorren en costos operativos a largo plazo.

Crecimiento y Nuevas Iniciativas para el Futuro

Aunque la adopción de productos reciclados ha sido gradual, especialmente en Ecuador, Agrouniversal ha experimentado un aumento en la demanda desde 2022. Los sectores agrícola y ganadero han comenzado a reconocer los beneficios a largo plazo del uso de estos productos, como los postes de plástico reciclado, que tienen una vida útil superior a los 25 años, a diferencia de la madera que debe reemplazarse cada pocos años.

Conscientes de la creciente preocupación por el cambio climático y la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, Agrouniversal también está comprometida con medir el impacto ambiental positivo de sus productos. A través del reciclaje de plásticos, la empresa contribuye a la reducción de dióxido de carbono, ayudando a las empresas a disminuir su huella ambiental y a alcanzar sus metas de neutralidad de carbono.

De cara al futuro, Agrouniversal planea diversificar aún más su oferta de productos reciclados, desarrollando nuevas soluciones para aplicaciones tan diversas como la fabricación de postes para cultivos de pitahaya y productos de carpintería, como pérgolas y señalización empresarial. Estos avances están en línea con el compromiso de la empresa con la sostenibilidad y la promoción de una economía circular que beneficie tanto al sector agropecuario como al medio ambiente.

“Nuestro enfoque no solo es el reciclaje de plásticos, sino también la creación de un ciclo de vida de productos que continúen beneficiando al agro, ayudando a los agricultores a reducir sus costos operativos mientras cuidamos el planeta”, concluye Narváez.

Fuente: El Productor