[:es]La llegada de Richard Martínez al Ministerio de Economía no ablanda la postura empresarial, pero para el sector sí es un incentivo que los motiva a fortalecer su aporte en la economía. Iván Ontaneda, presidente de la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor), dice que están dispuestos a sumar esfuerzos para acelerar la reactivación económica, siempre y cuando el Gobierno cumpla con sus ofrecimientos y apoye el plan que el sector exportador tiene para recuperar su competitividad.
¿La designación del señor Martínez los tomó por sorpresa o ustedes ya sabían lo que se venía?
Sí, fue algo que nos tomó por sorpresa. Y lo que más rescatamos de él es que haya aceptado de forma valiente este llamado de liderar el frente económico del Gobierno Nacional. Al ministro lo conozco cerca de cinco años, y de forma mucho más cercana cuando él también formó parte del Consejo Consultivo Productivo y Tributario que conformó el presidente Lenín Moreno. Con su designación creemos que el nuevo rumbo se manejará con un criterio económico técnico, pragmático, que estará por encima del idealismo que se manejó en Ecuador en los últimos 11 años.
¿Y esta designación los lleva a bajar la guardia? ¿Están más confiados?
Se ha hablado de que el ministro va a responder exclusivamente a los intereses del sector privado, pero permítame decir que, con lo que conozco a Richard Martínez, con su transparencia, su honestidad y su capacidad técnica, estoy seguro de que su visión será global y hacia allá apunta el nuevo proyecto de ley. Y frente a eso, la posición de los diferentes sectores productivos sigue siendo la misma, no ha cambiado; lo que sí estamos es mucho más motivados en aportar con el cambio que requiere el país.
Lleva más de una semana posesionado. ¿Ya han podido reunirse con él?
Sí, en esta semana que pasó hemos tenido ya una primera reunión, justamente para saber cuál es el norte, hacia dónde van las políticas públicas. Conocemos que la actual situación política y económica es compleja y que no se puede resolver con la asignación de una sola persona. Se necesita una serie de acciones articuladas de forma eficiente entre lo público y privado y creemos que eso mejorará ahora que los canales de diálogo se han recuperado y que se ha ofrecido respeto y seriedad en el cumplimiento de lo que estas y las anteriores autoridades del frente económico han venido ofreciendo. Eso es fundamental porque creemos que eso generará la confianza que se requiere en el mercado.
¿Ya han podido revisar el proyecto de ley?
Aún estamos revisando su contenido, pero sabemos que es un proyecto pragmático que incentivará la producción local. Antes mucho se habló de la inversión extranjera que requiere el país para apuntalar el desarrollo, lo cual es correcto, pero se estaba dejando de lado la inversión interna y, por ende, el desarrollo de las exportaciones y eso es lo que ahora vemos que se está intentando corregir.
¿Cuál ha sido la factura de no trabajar en políticas que promuevan la inversión interna?
Tenemos un país con pérdida de competitividad, somos un país caro y lleno de restricciones que han servido de bloqueo a que nuestras diferentes actividades económicas y productivas puedan despegar. Es claro que nuestra labor no ha parado, pero todo esto sí ha detenido nuestro crecimiento. Estamos perdiendo importantes mercados como Estados Unidos. En los últimos dos años nuestro crecimiento ha sido mínimo, no llegamos al 1 % y el año pasado fue del 0 %. Eso significa decrecer, sobre todo si países como Colombia y Perú, que son nuestros principales competidores, vienen creciendo a tasas de hasta un 12 %.
Se habla de estar generando el mismo nivel de ingresos de hace seis años y de tener exportaciones industrializadas que no alcanzan el 5 % del PIB.
Sí, y eso es así porque el fomento a las exportaciones antes no fue visto como una política importante. Ha sido evidente cómo el sector exportador ha tenido que enfrentar verdaderas batallas titánicas para sostener mercados, nuestras empresas y sobre todo para sostener plazas de empleo.
En el proyecto se establecen incentivos, ¿pero qué otras acciones esperan?
En una economía dolarizada usted tiene tres fuentes de financiamiento: la deuda, que ya no da para más, que es insostenible y que ha sido la vía que escogió el Gobierno anterior; está la inversión extranjera, que nunca vino al Ecuador; y el ingreso de divisas frescas a través de la exportación, una vía que fue cerrada y que hoy tiene que ser uno de los principales desafíos que debe enfrentar este Gobierno. Como sector esperamos establecer un programa de exportaciones que funcione a mediano y largo plazo. Para eso se deben medir las capacidades que tiene el sector, los cuellos de botella, se requiere abrir más mercados, líneas de crédito. Es ridículo que en el país se encuentren apenas 3.000 exportadores, cuando nuestros vecinos tienen más de 10.000. Ese es el desafío.
¿Y cuáles serán los cambios a corto plazo? ¿Qué esperan después de este plan?
Esperamos que los incentivos tributarios sean reales, que se cumplan, que se revisen los costos de producción. Tenemos una energía eléctrica cara a pesar de que el Gobierno anterior se ufanó de gastar miles de millones de dólares en siete, ocho hidroeléctricas. Queremos también que se corrija el exceso regulatorio para exportar.
¿Continuará la política del drawback?
Dentro del plan económico que se ha presentado, el ministro ha prometido respetar los compromisos adquiridos. En ese sentido, se nos ofrecen incentivos tributarios, pero hemos dicho que lo más importante es tener también incentivos de competitividad.
¿Hay un compromiso para pagar más de $ 20 millones por concepto de Certificados de Abono Tributario y más de $ 100 millones por drawback?
Hay un compromiso de devolver, pero el ministro Martínez tiene que transparentar las deudas y las cifras de una forma responsable, sentarse con los diferentes sectores y buscar espacios adecuados que le permitan a él honrar. Entendemos perfectamente las necesidades fiscales del Gobierno, pero sí esperamos que se respeten esos compromisos. Que se paguen a mediano o largo plazo, pero que se cumplan. Queremos que entiendan que al final del día lo que se debe devolver es la confianza al sector productivo. Y una salida es cumplir los compromisos. Creemos que con un trabajo en conjunto vamos a poder ver resultados. El sector privado tiene más de 4.000 millones de dólares represados que están listos para ser invertidos. Confiamos en que se empezarán a mover en los próximos meses dentro de la economía.
FUENTE: DIARIO EXPRESO (EC)[:]