[:es] Hay 35,4 adultos mayores por cada cien menores de 14 años en Ecuador[:]

[:es]Los resultados de los tres últimos censos indican que el porcentaje de hogares sin hijos va en aumento. El 6,06% de estos no tenía niños en 1990. Este porcentaje llegó a 7,28% en 2010.

El cálculo lo realizó Eva Mera, directora del Centro de Estudios e Investigaciones Estadísticas de la Espol, quien explica que “si se quiere hacer un análisis en detalle, se utiliza una información como la de los censos por la garantía de tenerlos a todos”.

La tendencia indica que el número de miembros de los hogares también se reduce. El 11,9% de ellos tenía seis integrantes en 1990. Y ya en el 2010 bajó a 7,7%. Los que tenían ocho o más pasaron de representar el 12,3% al 4,7%.

Lo que acontece en Ecuador es un recambio de los grupos más numerosos. La realidad es que hoy las mujeres en edad fértil (de 15 a 49 años) tienen en promedio menos hijos, 2,42 al 2018, según el INEC. En la década 1965-1975 tenían 6,39.

Mera explica que si bien hoy tienen menos hijos la población se sigue multiplicando porque hay más personas en edad fértil que nacieron en los hogares de las décadas anteriores. “Venimos de una generación que ha sido numerosa, aunque ellas tengan menos son más y eso hace que sigamos creciendo”.

Del límite que no se debería descender es el de 2,1 hijos promedio por mujer, dice Mera: “Bajar de esa tasa es estar bajo el nivel de reemplazo”.

El aumento de los más ancianos y la disminución de los menores de edad afectan el reemplazo de la población en edad productiva que genera recursos en el mercado laboral para el sostenimiento de los adultos mayores. “Lo ideal sería mantenerse en ciertos niveles. Lo que tiene que ocurrir es que la maternidad no sea una carga o un sacrificio para las que trabajan, el cuidado debe ser compartido… Las mujeres más educadas son las que menos tiempo dan de lactar”.

El porcentaje de población de 0 a 14 años fue del 32,4% con respecto del total de los habitantes, mientras que los mayores de 60 años representaron el 9,3% en 2010.

Al 2018, según estimaciones, la proporción de menores de 14 años bajó a 29,5% y la de mayores de 60 años subió a 10,4%. Ahora hay 35,4% mayores de 60 por cada 100 menores de 14.

De seguir la tendencia observada en los censos, las proyecciones indican que al 2050 habrá 99,3 mayores de 60 años por cada cien menores de 14.

El reto está en aprovechar lo que se denomina el bono demográfico, consiguiendo que quienes se van sumando a la población trabajadora aporten a la seguridad social para alimentar el fondo que sustentará la manutención de la población adulta mayor.

La antropóloga y catedrática de la Universidad San Francisco de Quito María Emilia Viteri asegura que es positiva la tendencia a tener menos hijos o no tenerlos, porque refleja “un buen trabajo en derechos sexuales y reproductivos en temas de empoderamiento de las mujeres a decidir sobre su cuerpo, si se embarazan y cuándo”. Pero lamenta el porcentaje de población que aún no puede tomar esta decisión en referencia a la maternidad precoz. La tasa de embarazo adolescente en 2017 fue de 3,5 por cada cien con edades de 10 a 19 años. La misma proporción hubo en 1990, pero el número fue mayor en el periodo del 2008 al 2012 cuando más de cuatro de cada cien adolescentes fueron madres. “Una tasa tan alta refleja una sociedad patriarcal, machista. Con educación sexual es posible bajar estos niveles”, dice Viteri.

Un ejemplo, agrega, es el proyecto Zona Libre de Embarazo Adolescente de Plan Internacional, que atiende a 42.000 niños, niñas y adolescentes. Durante su aplicación, la incidencia de embarazos en ese grupo pasó de 209 en 2014 a 77 en 2017.

FUENTE: DIARIO EL UNIVERSO (EC)[:]

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