El cultivo de arroz es una de las actividades agrícolas más representativas en el Ecuador.
Sin embargo, desde hace ya algunos años el sector se encuentra en crisis y, que se deba a diferentes causas, una de las que más llama la atención es la entrada de arroz de menor precio desde países vecinos hacia nuestro territorio. Esta realidad abre una interrogante:
¿por qué su producto es más barato? La respuesta es sencilla, y es que gracias a la tecnificación implementada en sus procesos, sus costos de producción son considerablemente más bajos. Ahora bien, ¿cuál es el secreto?
El método trasplantador es un método de siembra indirecto, en el cual se trasplantan las matas que han crecido inicialmente en semilleros o almácigos para luego trasplantarlas al campo definitivo.
Si bien en el Ecuador se aplica esta metodología, al hacerlo manualmente se incurre en un gasto de $220 por hectárea, y se requieren aproximadamente 5 hombres para hacer este trabajo en 1 día, lo cual representa un alto porcentaje de los costos de producción.
No obstante, si la práctica fuera realizada de forma mecánica con la maquinaria adecuada –es decir, una trasplantadora de arroz- en primer lugar, se aprovecharía al máximo el espacio por hectárea gracias a que la distancia entre las matas se mantiene de manera exacta a lo largo de todo el área de trabajo de acuerdo a la necesidad del agricultor; a la vez que se ahorra mano de obra ya que solo se necesita de un operador para que calibre el espacio entre plantas, profundidad y cantidad de plántulas por golpe de manera que, al caminar por el terreno establecido, el aparato la siembra automáticamente sin involucrar manos en el proceso.
Bajo esta modalidad, se plantan mayor cantidad de semillas por el espacio físico de la siembra, haciendo que aumente la producción en aproximadamente un 25% por siembra, lo cual, sumado al ahorro antes mencionado, da como resultado un mayor margen de rentabilidad para el agricultor.
A pesar de todos estos beneficios, muchos agricultores consideran que la inversión en esta tecnología es alta. En el siguiente cuadro, se muestra un cálculo de recuperación de la inversión en poco tiempo, en un escenario conservador, considerando una semana de trabajo de 6 días; y que la trasplantadora más grande trabaja 3 hectáreas por día y la pequeña 1.5 hectáreas.
El costo de sembrado por hectárea mensual representa el ahorro que se generaría si se implementa el uso de la trasplantadora. En menos de 45 días es posible recuperar la inversión de la trasplantadora autopropulsada. Para la trasplantadora más pequeña, se necesitarían solamente 17 días.
Capacidad de Ha./mes
Costo de sembrado por Ha.
Costo de sembrado por Ha. mensual
Trasplantadora autopropulsada
($21,000)
72
$220
$15,840
Trasplantadora tipo motocultor
($4,500)
36
$220
$7,920
Beneficios de la trasplantadora mecánica
Se ahorra en químicos que en condiciones normales serían fundamentales para mantener la raíz
en óptimas condiciones, ya que con esta máquina la planta no se estresa y se desarrolla sin
problemas.
Ahorra alrededor de 25 kilos de semilla, ya que la plantada va a dar mejores resultados por
estar colocada de mejor forma con el espacio suficiente para su crecimiento.
Utilizando este método, la semilla se acopla a diferentes tipos de suelo pudiéndose hasta
fertilizar al mismo momento del trasplante, lo cual resulta beneficioso para el productor de
arroz.
Productos ILGA
ILGA ofrece a los agricultores todo tipo de maquinaria, además de las trasplantadoras
mecánicas, que ayudan a abaratar costos, cuidan del producto por hectárea (cual sea el
tamaño del terreno) y reducen la cantidad de tiempo por cosecha. Estos son algunos de ellos:
Rotavator
Acoplada al tractor, es una máquina agrícola de labranza la cual, mediante azadas montadas
sobre un eje accionado por la toma de potencia del tractor, desmenuzan el suelo al girar de
manera que lo preparan para la siembra. El rotavator logra una pulverización del suelo que
acelera la descomposición de la materia orgánica, especialmente en suelos duros y secos. En
una sola labor cumple las funciones de la labranza primaria y la secundaria, dejando el
suelo preparado para la siembra.
Pulverizadora autopropulsada:
La altura libre del suelo asegura que no haya daños en los cultivos altos de suelo como
maíz, girasol, arroz, ajo, tomate, algodón, etc. Su diseño compacto, sistema hidrostático e
hidráulico le permiten realizar la operación de pulverización de manera fácil y efectiva.
La flexibilidad notable de la máquina es adecuada para satisfacer todas las necesidades del
usuario final. Está equipado con boquillas de triple acción de 2 vías con un kilometraje
adicional de discos de cerámica que hacen estallar el spray en un tamaño de gota de micras
bajas, asegurando una penetración adecuada en los cultivos y el ahorro de productos
químicos.
FUENTE DIARIO EL UNIVERSO (EC)