El decano de la Escuela de Políticas Públicas del London School of Economics, Andrés Velasco, dice que la dolarización se fortalece con más exportaciones y no con «inventos» como ecuadólares.
Desempleo, bajo crecimiento de la economía y frágiles cuentas fiscales. Son los tres desafíos para Ecuador que identifica uno de los más prominentes economistas de América Latina, Andrés Velasco.
El decano de la Escuela de Políticas Públicas del London School of Economics y exministro de Hacienda de Chile añade que una moneda digital o los ecuadólares de los que ha hablado el correísmo, que corre por la segunda vuelta electoral con su candidata Luisa González, es un «invento» que terminará mal.
En entrevista con PRIMICIAS, Velasco cree que el escenario que enfrentará el país y las empresas en los próximos 18 meses dependerá de si quien gane deja de hacer campaña y empieza a gobernar y eso implica disciplina fiscal.
A puertas de las elecciones, ¿cómo recibirá el nuevo Gobierno la economía ecuatoriana? Veo varios desafíos que se vuelven cada vez más urgentes, que no comenzaron con el actual Gobierno, son de larga data.
Por razones políticas, han resultado difíciles de abordar. El primero es el fiscal. La situación fiscal es desde hace mucho tiempo frágil. Y, con la caída de los ingresos petroleros, se ha vuelto mucho más.
Hay dos maneras de arreglar el problema fiscal: o se gasta menos o se recauda más. Y el sistema político ecuatoriano no ha estado inclinado ni a lo uno ni a lo otro.
Un país es como una familia que debe equilibrar su presupuesto. Todo esto cuando Ecuador no tiene acceso al mercado de capitales, por lo que en varias ocasiones se ha financiado el déficit fiscal emitiendo dólares inexistentes, poniendo en riesgo la dolarización.
¿Y los otros dos problemas económicos del país cuáles son?
El segundo problema es que la economía de Ecuador crece menos que América Latina.
El crecimiento no ha sido bueno en ninguna parte de la región, pero Ecuador no ha logrado despegarse de ese mal desempeño regional y lleva algunos años por debajo del promedio. Eso no es muy sorprendente dada su baja inversión extranjera directa.
Y, tercero, el trabajo informal y de mala calidad afecta al empleo formal, un tema que impacta en especial a las mujeres. Además de que Ecuador tiene una paradoja: un salario mínimo que es superior al salario promedio. Eso es un contrasentido y refleja que el salario mínimo es muy alto y que hay un sector informal gigantesco.
Tener un salario mínimo tan alto, que algunos pueden verlo como muy progresista, es regresivo porque deja a mucha gente -en especial, a mujeres y jóvenes- sin trabajo.
Yo entiendo que en una campaña no se hable de cosas que no sean de carácter electoral, pero uno de los candidatos ganará y tendrá que empezar a hablar de lo que hay que hacer para gobernar.
Los dos últimos Gobiernos trataron de resolver esos desequilibrios, pero no lo lograron, al punto que los bancos de inversión llegaron a decir que Ecuador era ingobernable, ¿lo cree así?
Yo no creo que Ecuador sea ingobernable. Creo que tiene un sistema político que no está funcionando bien, pero eso no significa que no se pueda arreglar.
Hay una democracia que no está operando como debe. Este país tiene el mayor récord regional de presidentes que no logran terminar su período. Hay partidos débiles, una Asamblea Nacional muy fragmentada, incapaz de lograr mayorías, pero esto no tiene que ver con el alma del país, sino con reglas electorales, políticas e incentivos equivocados, que generan un comportamiento equivocado.
Eso va a requerir un liderazgo muy importante, de alguien que quiera abordar ese asunto. Y se requiere de un acuerdo nacional mayor.
Sin cambios políticos, las decisiones de políticas no son las mejores y, por eso, la economía no anda bien. Un asesor del expresidente Clinton siempre repetía: «es la economía, estúpido». Yo creo que ahora en América Latina, y Ecuador no es la excepción: «es la política, estúpido».
Pero ahora los candidatos a la Presidencia de Ecuador hablan de tomar las reservas internacionales para financiar el gasto público e incluso el candidato al correísmo ha hablado de la ecuadolarización y un dólar digital, ¿cómo afecta eso a la dolarización?
Los que proponen eso están haciendo trampas. La dolarización es muy sencilla, opera con dólares y esos dólares se obtienen del extranjero exportando más que lo que se importa. Punto final.
Dólares digitales, dólares ecuatorianos, dólares amarillos, verdes o rojos son inventos sin respaldo, que no respetan las reglas de juego.
Tenemos una larga historia en América Latina de esos inventos. Esas películas ya las hemos visto y terminan muy mal.
Por lo tanto, quien gane las elecciones para gobernar Ecuador en los próximos 18 meses y que quiera ser reelegido tiene que pasar una prueba: y es que la economía no se desmorone en esos 18 meses.
Las triquiñuelas, invenciones son solo eso: tretas que siempre terminan mal. En Argentina hoy el peso argentino está en caída libre porque en la campaña electoral de ese país se han hecho anuncios que no calzan, que no suman y al que los hace el mercado lo castiga.
¿Qué impactos pueden tener esos «inventos» para la dolarización?
Bajo el régimen de dolarización, emitir moneda es imposible, porque la moneda es el dólar. Una cosa es elegir dolarizar, que es el debate de Argentina que está discutiendo adoptar este sistema. Pero en Ecuador ese no es el tema de discusión, eso ya se discutió hace 23 años.
Entonces, ¿la pregunta es si Ecuador abandona la dolarización en una crisis, el costo será grande, inmenso o gigantesco? Yo creo que el costo será gigantesco.
Y, tercero, quienes emiten moneda lo hacen en la medida que los ciudadanos lo aceptan. Por ejemplo, Argentina emite su moneda, pero ahora el peso argentino está en caída libre porque los argentinos no confían en su moneda.
Entonces, el que quiera volver a emitir moneda en Ecuador tiene que explicarle al país porqué diablos tiene que aceptar esa moneda, cuando en el pasado ya no la quisieron tener.
No se puede sostener el déficit fiscal emitiendo moneda, hay 50 ejemplos en América Latina donde se hizo y explotó.
¿Cómo hacer que sean viables las políticas para poner orden la economía, sin que terminen en una explosión social?
La primera pregunta que haría es: ¿si hay un colapso financiero, va a haber o no va a haber un tremendo costo social? La respuesta es sí, desde luego. Por lo tanto, no es que estemos eligiendo entre privilegiar o no lo social. Para que sea posible y viable privilegiar lo social, tiene que haber una economía sólida. El resto es retórica.
Por lo tanto, no es que estemos eligiendo entre privilegiar o no lo social. Para que sea posible y viable privilegiar lo social, tiene que haber una economía sólida. El resto es retórica. Poner la casa en orden en lo fiscal no es fácil, pero hay dos tipos de países: los que lo hacen y los que no lo hacen.
Y los que no lo hacen pagan las consecuencias. Este país se gasta cada año 4% del Producto Interno Bruto (PIB) en subsidios de los combustibles, que son regresivos e insostenibles. Las familias acomodadas con tres carros usan más el subsidio que quienes no tienen auto.
Por tanto, la idea de que recortar los subsidios a la energía va en contra de la orientación social de un gobierno es falso. Pero los gobiernos democráticos no pueden hacer lo que quieren hacer si no tienen votos en el congreso. En consecuencia, lo primero es forjar acuerdos políticos para armar mayorías parlamentarias.
¿Qué hacer entonces?
Ecuador recauda 14% del PIB, mientras otros países como Chile o Uruguay, con los que quería compararse, recaudan más de 20%. No digo que Ecuador vaya al extremo de países como Brasil o Argentina que recaudan 35% del PIB, con sistemas tributarios costosos, mal diseñados.
Pero no hay ninguna razón para que, en un plazo prudente y de manera gradual, Ecuador recaude el 20% del PIB.
¿Qué debe esperar el país en estos 18 meses que se vienen?
Va a depender del candidato que gane. Y si deja de operar en modo campaña, y empieza a operar en modo Gobierno.
Hacen falta USD 5.000 millones para financiar el Presupuesto y la pregunta es ¿de dónde saldrá la plata para cubrir ese déficit?
¿Qué deben esperar las empresas en los siguientes 18 meses?
Hemos hablado de una serie de problemas. Pese a eso, las exportaciones no petroleras vienen creciendo a buen ritmo. Se vienen diversificando, lo que sugiere que hay talento empresarial en el país.
Hay negocios rentables en Ecuador no solo de bienes, sino de servicios como transporte, finanzas o turismo. Existen oportunidades empresariales que hay que aprovechar, pero eso también depende de que la economía se mantenga razonablemente estable.
¿Qué escenario externo enfrentan?
Las empresas deben entender que no solo Ecuador es difícil, el mundo es más difícil. En los últimos 15 años, hemos pasado de todo: por una crisis financiera global en 2007 y 2008, una segunda crisis financiera en Europa, una pandemia, el fin de la amistad de Estados Unidos con China y el temor de que la invasión criminal de Rusia a Ucrania sea seguida por un conflicto bélico en el mar de China.
Eso significa que las empresas tienen que proceder con audacia. En las nuevas condiciones también hay oportunidades para las empresas. Por ejemplo, Estados Unidos está volviendo su mirada para poner sus fábricas ya no en China, sino más cerca de casa. México se está beneficiando de esto. Panamá también. ¿Por qué no Ecuador?
Ecuador también tiene fortalezas en la producción de energías limpias y ya se está discutiendo cómo se van a canalizar recursos de los países ricos a los menos ricos para inversiones en estos sectores.
¿Qué puede aprender Argentina del modelo de dolarización de Ecuador?
Los argentinos deben saber que el principal argumento para la dolarización es que implica disciplina fiscal.
Pero eso no ocurrió en Ecuador, que se dolarizó y el gobierno siguió emitiendo bonos, luego papeles que no son dólares. Y no es un caso único, se vio en los países del sur de Europa como Grecia.
Grecia tenía el respaldo de un bloque de países ricos, nosotros, en América Latina, no tenemos eso.
Fuentes: Primicias EC