Si Volkswagen materializa su ambición de convertirse en el líder mundial de los automóviles eléctricos, será gracias a una apuesta radical y arriesgada nacida de la mayor calamidad de su historia.
El gigante alemán ha apostado su futuro, con una suma de 80.000 millones de euros (US$91.000 millones) en juego, a la capacidad de producir vehículos eléctricos de forma rentable, una hazaña que ningún fabricante de automóviles ha logrado.
Hasta ahora, los planes eléctricos de los grandes fabricantes de automóviles han tenido un objetivo principal: proteger las ganancias obtenidas por los vehículos convencionales, que ofrecen un alto margen de rentabilidad, incorporando a su flota suficientes vehículos con cero emisiones para cumplir con las regulaciones medioambientales.
Por el momento, los clientes han rechazado en gran medida los vehículos eléctricos porque son demasiado caros, pueden traer complicaciones a la hora de cargarlos y gozan de una autonomía relativamente reducida.
El cambio de estrategia más grande en los 80 años de historia de Volkswagen se originó en una reunión de emergencia realizada en Wolfsburgo el 10 de octubre de 2015, dijeron altos ejecutivos a Reuters.
En esa cita, organizada por el entonces jefe de la marca VW, Herbert Diess, nueve altos directivos se reunieron en una nublada tarde de sábado para debatir el camino a seguir después de que los reguladores revelaran el fraude de emisiones de la compañía, un escándalo que costó más de 27.000 millones de euros en multas y manchó su nombre.
“Fue un debate intenso, pero al mismo tiempo estaba la idea de que podría convertirse en una oportunidad si dábamos un salto lo suficientemente grande”, dijo Jürgen Stackmann, miembro del comité ejecutivo de la marca Volkswagen como responsable de ventas.
“Fue una sesión de planificación inicial para hacer algo más que jugar con la idea de los autos eléctricos”, agregó a Reuters. “Nos preguntamos: ¿cuál es nuestra visión para el futuro de la marca? Todo lo que se ve hoy en VW está relacionado con aquel momento”.
FUENTE: DIARIO CORREO (PE)