El Gobierno de Argentina amplió el jueves los alcances del impuesto a las ganancias y el tributo sobre la renta financiera para residentes en el país, generando rechazo entre inversores y operadores del mercado.
Según la extensa medida publicada en el Boletín Oficial, el impuesto alcanzará a los plazos fijos, bonos, acciones y alquileres, con algunas excepciones como descuentos de cupones sobre la compra del activo.
La alícuota varía entre un 5% y un 15%, según el tipo de instrumento y característica del inversor.
«Lo destacable del decreto reglamentario es que se le permitirá a los inversores, sólo por el período fiscal 2018, deducir la pérdida de capital por revalúo en bonos, del pago del impuesto correspondiente al cobro del cupón», dijo la banca de inversión Puente.
Los operadores explicaron que la medida es mala para el mercado financiero ya que espanta a los inversores, dado que el tributo se toma desde una base de retorno superior a unos 67.000 pesos (unos US$1.735) anuales.
«El impuesto a la renta financiera es tan malo como cualquier otro impuesto que se cobra, (y) peor cuando le sumás la cantidad de impuestos que se paga en nuestro país, ni hablar en un contexto de 50% de inflación y devaluación», sostuvo el analista financiero Christian Buteler.
A inicios de abril, la gestión del presidente Mauricio Macri ya había informado nuevas adecuaciones para la renta financiera, en moneda local o extranjera, en posesión de no residentes.
«En esta oportunidad, corresponde incorporar las restantes adecuaciones a la reglamentación», luego de los decretos aclaratorios del 6 de abril y 31 de octubre del presente año, explicó la publicación oficial.
Los operadores e inversores del mercado financiero creen que la nueva medida aleja la llegada de nuevos capitales, en momentos de una abrupta baja de liquidez en las plazas de títulos públicos en general. Además, la economía argentina afronta un proceso recesivo con tasas de interés cercanas al 60%, de acuerdo al aval que otorga el banco central.
La disposición se encuadra dentro de la búsqueda de más dinero para aliviar un abultado déficit fiscal que afronta el Gobierno, tras un reciente acuerdo de financiamiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
FUENTE: DIARIO EL COMERCIO (PE)