En 20 años, el consumo de petróleo habrá llegado a su pico y las energías renovables y el gas natural representarán aproximadamente la mitad del suministro de energía y el costo de mantener las luces encendidas se desplomará. Pero eso no bastará para cumplir con las metas climáticas, según un pronóstico de la compañía de energía y servicios marítimos DNV GL Group AS.
Aun cuando se espera que la demanda de petróleo caiga a partir de 2023 y el consumo total de energía en todo el mundo llegue a su pico 12 años después, la temperatura del mundo probablemente aumente 2,6 grados Celsius, dijo DNV.
Esto supera 0,6 grados el nivel de consenso que, según los científicos, necesitará el mundo para estar por debajo de un cambio climático catastrófico, que podría impactar en la habitabilidad de la Tierra.
Para cumplir con las metas climáticas, los gobiernos regionales y nacionales tendrían que implementar programas que hagan que la contaminación por gases de efecto invernadero sea más cara, entre otras medidas.
Eso aumentaría la rentabilidad de emprendimientos como la captura y el almacenamiento de carbono y aceleraría la adopción de energías renovables, declaró el máximo responsable de DNV GL, Remi Eriksen.
«Aun con esta rápida transición a un ritmo bastante veloz, dirían algunos, no será suficiente», dijo Eriksen. «De modo que se necesita más».
No todo el panorama es sombrío. La electrificación del sistema energético se está produciendo más rápido de lo que antes pronosticaba DNV. El consumo de energía aumentará a más del doble para mediados de siglo, satisfaciendo el 45 por ciento de la demanda mundial de energía.
La mayor parte de esa energía será de origen eólico y solar, campos en los cuales los avances tecnológicos están reduciendo velozmente los costos de instalación. Además, el gasto en energía se reducirá como porcentaje del producto interno bruto durante el mismo periodo.
En 2050, solo el 3,1 por ciento del PIB se gastará en energía, por debajo del 5,5 por ciento de 2016. El aumento de la eficiencia será responsable de la mayor parte de la caída, en tanto un sistema basado en electricidad tiene intrínsecamente menos desechos que los que dependen del carbón o la madera.
La eficiencia aumenta a un ritmo tan rápido que ni siquiera miles de millones más de personas evitarán que el consumo de energía alcance su pico en 2035.
El modelo de DNV supone que habrá 9.200 millones de habitantes en el planeta en 2050, mientras que hoy hay 7.200 millones. Si bien ningún sector quedará exento del cambio, todavía existe la posibilidad de que incluso las industrias más contaminantes saquen partido del nuevo sistema.
Las grandes compañías petroleras, que conforman el sector que libera más carbono en la atmosfera, se beneficiarán con el dominio del gas natural a corto plazo. El gas probablemente se convierta en la mayor fuente de energía a partir de 2026 y representará una gran parte de la demanda durante por lo menos otras tres décadas.
Las empresas petroleras integradas también podrían aplicar sus capacidades para administrar grandes y complejos proyectos de parques eólicos marinos. «Esas son competencias que son muy buenas en las compañías petroleras», dijo Eriksen. «Y creo que se necesita esa fortaleza para realizar la transición energética».
FUENTE: DIARIO PORTAFOLIO (CO)