Campesinos apuestan por nueva variedad de cebada

Una nueva variedad de cebada atrajo la atención de 1 922 agricultores de Pichincha, Cotopaxi, Tungurahua y Bolívar. Ellos se aliaron con Cervecería Nacional para sembrar cebada maltera, una de las materias primas de su producto más reciente, la cerveza Nuestra Siembra.

La nueva variedad se diferencia de la cebada nativa, conocida como cañicapa, porque tiene un mayor contenido de almidón. Sus granos son ligeramente más gruesos y las espigas son alargadas. El alto contenido de almidón favorece el proceso de fermentación en la manufactura de la cerveza. Además, aporta un sabor y aroma singular que caracterizan a la marca Nuestra Siembra.

Esa bebida que, según la firma, ha tenido acogida desde su lanzamiento en julio, también está elaborada con almidón de maíz y arroz. “Trabajamos por varios meses en una nueva formulación de cerveza, hecha con productos tradicionales del Ecuador”, cuenta Harold Baque, gerente de programas agrícolas de Ab-Inbev, el grupo empresarial al que pertenece Cervecería Nacional.

Él explica que la cerveza se puede manufacturar con cualquier tipo de almidón, pero para la formulación de la bebida de moderación se escogieron productos con un impacto significativo en la economía agraria del Ecuador. La alianza de la empresa con los agricultores se hizo con apoyo del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG). El programa se inició en el 2009 y surgió como un proyecto social para apoyar el desarrollo sostenible del agro. Ese año, Cervecería Nacional impulsó la siembra de cebada forrajera en Cotopaxi, Chimborazo y Pichincha. Durante los 11 años del programa al menos 7 000 agricultores se han beneficiado.

En el 2019 el programa evolucionó. El nuevo objetivo fue desarrollar una variedad de cebada maltera que pudiera utilizarse en la fabricación de cerveza. Las asociaciones y familias que aceptaron el contrato destinaron cerca de 3 000 hectáreas a la producción de la cebada maltera. Cervecería Nacional les proporcionó asesoría técnica y semillas. Además, firmaron un contrato por la compra de toda la producción, que el año pasado fue de aproximadamente 1 000 toneladas. “

En Chimborazo siempre hemos sembrado cebada, pero se vendía solo para hacer harina y para el consumo local, los precios variaban y siempre estábamos a merced de los intermediarios”, cuenta Zoila Luna, una de las socias del programa. Para ella, lo más difícil de reemplazar la cebada tradicional fue aprender a manejar el nuevo cultivo. Luna y su familia se capacitaron para mejorar la calidad del suelo y obtener una buena cosecha de la nueva variedad maltera. “Una gran ventaja es que sabemos que nuestro esfuerzo en el campo tendrá rentabilidad porque ya hay un compromiso de compra”, sostiene Luna. Con la primera cosecha de cebada, Cervecería produjo cerca de 37 millones de botellas de 600 centímetros cúbicos de la marca Nuestra Siembra. Tras el éxito de la primera fase del programa, la empresa decidió invertir USD 12 millones en una nueva siembra. El monto se invertirá en la adquisición de maquinaria agrícola para tecnificar el proceso de cosecha de cebada.

FUENTE: EL UNIVERSO (EC)

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