La ecuatoriana jugará y estudiará en la Universidad de la Isla del Príncipe Eduardo, en Charlottetown.
Cuando era pequeña, la ambateña Karla Benítez jugaba con pelotas de fútbol porque su papá, Carlos Benítez, era arquero en el club Macará de Ambato; pero desde los seis años se enamoró del balón naranja del baloncesto.
Aquel encuentro le abrió las puertas de la selección de Tungurahua, los clubes de la provincia, de la selección tricolor, de dos campamentos de la NBA Academy y ahora de Canadá, donde jugará y estudiará becada en la universidad de la Isla del Príncipe Eduardo (UPEI, por sus siglas en inglés).
Los méritos de la basquetbolista, de 17 años, dentro del entablado llamaron la atención de los ojeadores de la institución de educación superior, ubicada en la ciudad canadiense de Charlottetown.
El tiempo de la beca será por cinco años, en los que Benítez estudiará sicología. Y perseguirá otros sueños como jugar en algún quinteto de la WNBA de Estados Unidos, así como afianzarse en su carrera en la vida fuera del deporte.
Para llegar a la UPEI, luego de 11 años de demostrar todo su talento, también le sirvió de ayuda Karla Yépez, jugadora ecuatoriana y estudiante de la universidad, quien la recomendó y le dijo que “le encantaría que juegue en el equipo de la universidad y que ha hablado con el técnico del equipo (Matt Gamblin) para que se le dé la beca”, comentó una emocionada Karla.
Con la selección de la provincia de Tungurahua se ubicó en el podio de torneos nacionales, luego pasó al combinado nacional, con el que disputó los sudamericanos juveniles en Argentina, Ecuador, Bolivia y Colombia.
Mientras que en los campeonatos locales defendió los colores de los clubes Lums de Ambato y Leonas de Riobamba.
Benítez tiene una especial sensación cuando tiene el balón entre sus dedos. “Siento una emoción súper grande porque estás haciendo lo que te gusta, por lo que has luchado y entrenado muchísimo para conseguir cada objetivo”, señaló la ambateña.
Por inclinación de su padre, quien estuvo en Macará y luego fue preparador de arqueros del “ídolo celeste”, Karla se paró algunas veces bajo los tres palos. “Se podría decir que era una portera normal, no tan buena como mi papi”, confesó entre risas la jugadora, que el próximo 18 de julio cumplirá la mayoría de edad.
“La gente de la academia hizo un seguimiento a las jugadoras destacadas y se me dio la oportunidad”, comentó Benítez, quien en Colombia ganó el premio a la actitud y a la garra.
Aún no se confirma la fecha de partida a Canadá, pero según dio a entender tendría que ser en el último trimestre de este año porque el torneo interuniversitario empezará en enero de 2021.
Para mantenerse en forma durante este tiempo lejos de los entrenamientos con sus compañeras y en los coliseos por la pandemia del coronavirus, Benítez se prepara junto a su papá en la casa y desde que autorizaron los entrenamientos al aire libre en un parque cercano a su hogar.
“Como mi papá es preparador me ayudó mucho estar junto a él en este tiempo para no perder el estado físico”, contó la tricolor, quien tiene como ídolo a Michael Jordan.
Las metas que se ha planteado son jugar en la WNBA y concluir su carrera académica, que se inclinará también por lo deportivo. (I)
Fuente:Diario El Telegrafo.