En la I Cumbre del Petróleo y Gas, también se debatió cuál es la visión a futuro de la generación de energía y la diversificación de la matriz. En este panel participaron Jeff Rubin, economista canadiense y experto en energía; Héctor Perea, director de estrategia y desarrollo de Cepsa; Jorge Enrique Robledo, senador de la República; Ricardo Ramírez, director de la Upme, y Orlando Cabrales, presidente de Naturgas.

Los panelistas destacaron que la agenda global está dirigida a que se disminuya la emisión de los gases de efecto invernadero y que las proyecciones apuntan a que cada vez se recurrirá menos a los combustibles fósiles, aunque la demanda de energía continuará en aumento, pues Cepsa estima que la clase media se duplicará aumentando la demanda en 40%. Sin embargo, en esto el gas tiene un potencial, ya que reduciría la emisión de estos gases y del material particulado.

De acuerdo con Cabrales, el interés por las renovables no convencionales es creciente y el país quiere generar más de estos proyectos, pero la intermitencia de estas se debe respaldar con combustibles fósiles y el gas es la mejor opción. “Si el respaldo se hace con diésel o con carbón, no lograremos los objetivos ni reduciremos las emisiones”, explicó.

Al respecto, Rubin mencionó que se tiene la visión de que el uso de vehículos eléctricos es más limpio, pero lo que se debe tener en la cuenta es de donde proviene la generación, ya que en el caso de Japón, hay una alta participación de vehículos eléctricos, pero esta energía se genera con carbón.

Por otro lado, Ramírez dijo que desde la planeación se ven niveles preocupantes en producción y exploración de hidrocarburos, aunque se espera que próximamente la ANH reactive las rondas de adjudicación. Sin embargo, considera que hacia mediados de la próxima década será necesario importar gas si no se logra aumentar la explotación.

Robledo, por su parte, destacó que la economía del país debe replantearse, ya que la mayoría de las exportaciones son del sector de hidrocarburos, lo que genera una gran dependencia.

“Sustituir el petróleo por otro bien igual de rentable no es fácil. Lo más claro es realizar una política de sustitución de importaciones, para que no se compren al exterior tantos alimentos”, mencionó.

En cuanto a la reducción de la demanda energética, el senador dijo que no ve muy claro cómo podría darse, ya que por las restricciones del mercado, a veces no es posible adoptar comportamientos provenientes de la ideología o del ejercicio intelectual.

FUENTE: DIARIO LA REPÚBLICA (CO)