Sorpresiva y apresurada. Así han considerado algunos actores del mercado la decisión de Moody’s de reducir la calificación crediticia de Ecuador de B3 a Caa1.
Una de las razones para que la calificadora de riesgos, una de las tres más influyentes del mundo, haya bajado la nota de la deuda de Ecuador es que desde 2022 el Gobierno deberá enfrentar el pago de vencimientos de bonos. Es decir, deberá disponer de dinero contante y sonante para cancelar entre $ 1.000 y $ 2.000 millones anuales hasta 2030.
A todo ello se suma la compleja situación política que atraviesa el país, lo cual impide al Gobierno realizar las reformas y políticas de ajuste que acordó con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En la región, el único país que tiene la misma calificación que Ecuador es Argentina, aseguró Santiago Mosquera, profesor de la USFQ Business School, quien trabajó en la calificadora de riesgos Fitch.
“La categoría C se denominaba ‘default’ probable. Es decir, que en término de 12 meses el riesgo de un ‘default’ (dejar de pagar la deuda) es evidente y me parece que, en lo personal, Ecuador no está en ese nivel”, aseguró Mosquera.
El ministro de Economía y Finanzas, Richard Martínez, dijo ayer que la decisión de Moody’s “no recoge los esfuerzos significativos que el Gobierno está haciendo para garantizar la sostenibilidad fiscal”.
El funcionario añadió que, si bien deben ser valoradas las preocupaciones sobre el año 2022, es prematuro que se baje la calificación en este año.
La reducción de la nota de Ecuador ocurre antes de lo esperado, aseguró Alejandro Arreaza, economista para América Latina de Barclays.
El riesgo electoral es uno de los aspectos que el mercado está tomando actualmente en cuenta, dijo Arreaza, y añadió que de los resultados de las elecciones presidenciales de febrero de 2021 incidirá en algún intento de reperfilamiento de la deuda ecuatoriana.
Martínez anunció que se intensificará el diálogo con inversionistas y agencias calificadoras de riesgo para explicar a detalle el plan de reperfilamiento de la deuda.
Para el analista de Barclays, es poco probable que Ecuador pueda reperfilar su deuda este año. Alguna operación deberá ocurrir con un nuevo presidente en Carondelet.
En la misma línea de sorpresa, Credit Suisse señaló que si bien entiende y comparte las principales preocupaciones que enfrenta el Gobierno en el futuro cercano, la rebaja de la calificación es prematura, debido a que faltan 24 meses para el vencimiento de los bonos.
¿Cómo puede afectar la baja nota? Mosquera explicó que el acceso a crédito puede encarecerse, tanto para el Gobierno como el sector privado: desde empresas hasta bancos.
FUENTE: DIARIO EL EXPRESO (EC)