Recientemente, la empresa Farmagro llevó a cabo un evento dirigido a productores de plátano, banano y técnicos agrícolas, centrado en la creciente amenaza del moko, una enfermedad bacteriana que afecta gravemente a estos cultivos en el país. El experto Víctor Hugo Quimi compartió su experiencia en la mitigación de esta enfermedad, destacando la importancia de la prevención y el uso de bioinsumos.
El moko, que se ha propagado en varias provincias de Ecuador, es una preocupación creciente para los agricultores. Quimi, con más de cinco años de investigación, ha desarrollado extractos de plantas que han demostrado eficacia en el control de la enfermedad. “El enfoque preventivo es clave. No solo se trata de aplicar productos, sino de inducir inmunidad en las plantas para que puedan tolerar la enfermedad”, explicó.
Zonas Afectadas y Estrategias de Mitigación
Durante su intervención, Quimi identificó las áreas más afectadas, incluyendo Manabí, Los Ríos y Guayas, donde la enfermedad ha arrasado con hectáreas de cultivo. Aunque es complicado determinar con precisión el área total afectada, se estima que la enfermedad podría estar presente en alrededor de 200,000 hectáreas, con pérdidas significativas ya reportadas por varios productores.
Para mitigar el impacto del moko, Quimi recomendó trabajar con microorganismos en el suelo y aplicar tratamientos aéreos. “Es fundamental mantener la siembra en áreas afectadas para asegurar cierta producción, a pesar de la mortalidad de algunas plantas”, añadió.
Importancia de la Bioseguridad
Ignacio Sotomayor investigador del Instituto Nacional de. Investigaciones Agropecuarias (INIAP)también participó en el evento, enfatizando la necesidad de implementar estrictas medidas de bioseguridad. “La enfermedad se transmite a través de heridas en las plantas, herramientas contaminadas y material de siembra afectado. Es crucial desinfectar herramientas y controlar el movimiento de personal y material entre fincas”, afirmó.
Sotomayor subrayó que la humedad, especialmente durante la temporada de lluvias, favorece la proliferación de la bacteria, por lo que es esencial evitar el encharcamiento en los suelos. Además, destacó la importancia de seguir las capacitaciones ofrecidas por organismos estatales y privados para equipar a los productores con las herramientas necesarias para combatir esta enfermedad.
El evento no solo brindó información vital sobre el manejo del moko, sino que también reforzó la colaboración entre productores y técnicos para asegurar la sostenibilidad del cultivo de banano y plátano en Ecuador. “La clave está en la prevención y el trabajo conjunto. Si no tomamos medidas, la pérdida de hectáreas significará también la pérdida de empleos para muchas familias”, concluyó Sotomayor.
Fuente: El Productor