En un interesante y extenso artículo del medio ecuatoriano La República se describe detalladamente la situación actual del colapso de los puertos privados y el impacto negativo que está teniendo para toda la cadena logística de exportaciones del Ecuador, siendo uno de los países mas afectados en todo Latinoamérica por el Covid-19.
La naviera francesa CMA CGM, ha informado en su página web, el pasado 17 de abril, que «considerando la situación operativa de los puertos en Guayaquil, aplicará un «recargo por congestión portuaria» de US$500 dólares por «reefer» en las cargas que se originen en Guayaquil con destino al norte de Europa, Medio Oriente y el Norte de África, incluido Marruecos».
La decisión de CMA CGM, motivada por la congestión sufrida en TPG (INARPI), uno de los puertos privados que operan en Guayaquil, pudiera ser un botón de muestra de los problemas que arrastra esta terminal y que regularmente el sector transportista ha estado denunciando desde el 2018: la inexistencia de una zona de espera previa a las garitas de acceso, obligando a los camiones a invadir la vía pública a lo largo de la avenida Los Ángeles, en la isla Trinitaria, al sur de Guayaquil, con el consiguiente problema circulatorio y el riesgo para los habitantes de la zona; congestión en los diferentes patios de contenedores de la terminal por falta de espacios; y operación de contenedores por encima de su capacidad física.
Guayaquil, por donde se opera más del 85% del comercio exterior del país, cuenta con numerosos puertos (públicos y privados), y desde el año pasado con el nuevo puerto de Posorja, operado por DPW. Los más importantes en el movimiento de contenedores son CONTECON, INARPI (TPG), DPW Posorja y BANANAPUERTO (Dole).
«El problema es que la carga no se está moviendo igual«, explica Denis Quispe, vocal principal de la Federación de Transporte Pesado del Guayas. «La gente no está sacando la carga del puerto, porque los negocios están cerrados y no tienen donde almacenarla, lo que está provocando un problema de congestión. No solo del espacio físico donde se amontonan los contenedores, sino también en las vías de acceso a los puertos privados, que se saturan, y ocasionan largas filas de camiones, que son víctimas de la delincuencia durante las largas horas que debemos esperar para poder acceder a los puertos privados».
FUENTE: DIARIO MASCONTAINER (CL)