Por segunda vez en los últimos 20 años, Ecuador registró una cifra negativa de inflación anual. El Instituto Ecuatoriano de Estadística y Censos (INEC) informó que la inflación del 2019 cerró en -0,07%.
La última vez que el país tuvo una inflación negativa fue en el 2017, cuando alcanzó un -0,2%.
Un año antes, en el 2016, la economía había atravesado una recesión, el PIB cayó 1,5%, por factores como la caída del precio del barril de petróleo.
En el 2019 varios organismos proyectaron que la economía ecuatoriana tendría una contracción nuevamente, entre ellas, el Fondo Monetario Internacional (FMI), que estima un -0,5% de reducción del PIB.
El Banco Central del Ecuador (BCE) todavía está ajustando la cifra, pero la gerenta del ente, Verónica Artola, adelantó que se espera un dato negativo en crecimiento del PIB.
Guillermo Granja, docente de economía de la Universidad Ecotec, explica que la inflación anual negativa es una señal de que la población ecuatoriana está demandando menos bienes, por factores como el incremento del desempleo y el deterioro del empleo adecuado.
“No se trata de un escenario en el que la población tiene poder adquisitivo y solo está esperando que bajen los precios. Lo que sucede es que las personas no tienen los recursos para demandar más bienes”, dice.
El docente añade que aunque en octubre hubo un repunte temporal de los precios en algunos bienes, por los 11 días de paro nacional, “en general, durante todo el año hubo un menor consumo en los hogares, lo que ha obligado a los comercios a bajar los precios”.
Según el reporte del INEC, la inflación mensual de diciembre también fue negativa y llegó al -0,01%. En los últimos 20 años, en cinco ocasiones se registró una inflación negativa durante el último mes del año.
En la inflación mensual alcanzada en el 2019, los rubros que tuvieron más incidencia, según el INEC, fueron el de alimentos y bebidas no alcohólicas (-0,05); restaurantes y hoteles (-0,006) y muebles, artículos para el hogar y para la conservación ordinaria del hogar (-0,004).
La división de alimentos y bebidas no alcohólicas está compuesta por 115 productos y representan el 22,45% de la ponderación de la canasta que se toma en cuenta para elaborar el Índice de Precios al Consumidor y medir la inflación.
Los rubros con mayor alza de precios fueron recreación y cultura y transporte.
Durante la bonanza de los precios del petróleo, entre el 2007 y el 2015, el país experimentó crecimiento económico, mayor circulación de recursos en los hogares y un alza de sueldos que encareció los costos de producción, detalla Gonzalo Paredes, docente de la Universidad Católica Santiago de Guayaquil.
Él recuerda que durante esa época, Ecuador registraba inflación positiva de un dígito, a diferencia de la época previa a la dolarización, cuando el indicador era de dos dígitos y llegó a 91% en el 2000.
Ahora el escenario es otro. En el 2018, el país tuvo cinco meses de inflación negativa; en el 2019 fueron ocho.
Alberto Acosta Burneo, editor de Análisis Semanal, considera que los precios van a seguir ajustándose a la realidad de los hogares. “Las personas no perciben el descenso de precios porque en muchas ocasiones está enmascarado en promociones o descuentos que están aplicando las empresas para vender”.
Y añade que los precios que han caído han sido principalmente de los productos que tienen competencia internacional, no así de los servicios u otros rubros como la educación, transporte y salud.
Un factor positivo en esta reducción de precios es que el país se vuelve más competitivo en exportaciones, dice Paredes. Ecuador se volvió un país caro para la producción a medida que los salarios fueron creciendo a un ritmo mayor que la capacidad de producción, acota.
El INEC también difundió este lunes 6 de enero del 2020 el precio de la canasta familiar básica del 2019, que se ubicó en USD 715,08, mientras que el ingreso familiar mensual fue de USD 715,08.
En contexto
El Banco Central del Ecuador estimaba que la economía crecería un 0,2% en el 2019, pero luego del paro de octubre, la Gerenta del ente adelantó que hubo pérdidas por USD 800 millones, por lo que el PIB registraría un decrecimiento.
Fuente: EL COMERCIO (EC)