Al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no le ha temblado la mano en los últimos meses a la hora de escalar sus tensiones con el gobierno de Xi Jinping, consciente de la todavía amplia munición en la recámara de su administración. Un margen de represalia que cuenta con respuesta en los distintos ámbitos en los que Pekín pueda observar puntos de ataque en contra de Washington.
Si el pasado viernes el mandatario anunció que incrementará los aranceles vigentes y los que llegarán el próximo 1 de septiembre así como el 15 de diciembre en un 5% adicional, los estatutos comerciales permiten que la administración aumente los aranceles actuales hasta un 50%.
No solo eso, si se determina que China discrimina contra el comercio estadounidense, como es el caso con la investigación bajo la sección 301 de la Ley de Comercio llevada a cabo el año pasado, Trump cuenta con la habilidad de eventualmente bloquear las importaciones del gigante asiático si la situación no se corrige.
Pero más allá de los aranceles, la granada de mano en poder de la Casa Blanca reside en la Ley de Poderes Económicos Internacional de Emergencia (IEEPA), que permitiría al mandatario controlar todas las formas de comercio, incluidas las transacciones financieras, si el republicano llegase a declarar el estado de emergencia nacional como ya sugirió durante el fin de semana.
«Si las tensiones comerciales aumentan significativamente y se cumplen las condiciones para que EEUU declare una emergencia nacional, esperaríamos que el gobierno invoque la IEEPA e implemente restricciones comerciales, de inversión y financieras adicionales en China», avisa César Rojas, economista especializado en comercio de Citi, en un extenso informe distribuido entre sus clientes.
Yuan y deuda, en la diana
Dos serían los detonantes para que esto ocurra. Una continuada devaluación del yuan, que el lunes tocaba mínimos de los últimos 11 años, y una venta acelerada por parte de Pekín de deuda soberana estadounidense. Si bien una reducción significativa en las tenencias de bonos del Tesoro de EEUU en manos de China podría generar una inestabilidad financiera, su impacto inicial podría ser neutralizada mientras otras economías aumenten simultáneamente sus niveles de deuda pública estadounidense.
Así, por ejemplo, entre finales de 2017 y mayo de 2019, el gigante asiático ha reducido en alrededor de 72.000 millones de dólares sus tenencias de bonos del Tesoro, que actualmente representan alrededor del 17% del total, pero, por el contrario, la eurozona aumentó la compra de deuda americana durante dicho periodo en 107.000 millones de dólares, Reino Unido en 91.000 millones de dólares y América Latina en 228.000 millones de dólares. Cabe recordar que la mayor reducción por parte de China en lo que a bonos del Tesoro de EEUU se refiere alcanzó los 195.000 millones de dólares entre mayo y noviembre de 2016.
Bajo la invocación de la IEEPA, EEUU puede restringir o tasar la compra de otros activos estadounidenses por parte de China y daría pie a Trump para bloquear el acceso de China a los mercados financieros estadounidenses. De hecho, esta legislación ofrecería a Trump el poder para investigar, regular y prohibir cualquier transacción financiera y comercial así como anular cualquier uso de derechos de cualquier propiedad sujeta a la jurisdicción estadounidense.
El mandatario de EEUU no requeriría la aprobación del Congreso para estos menesteres. Sin embargo, los legisladores podrían optar por terminar la emergencia nacional a través de una resolución concurrente, que requeriría una mayoría de dos tercios en cada cámara para anular un veto presidencial. No obstante, es posible que no haya mucho rechazo en el Capitolio si Trump optase por aumentar la presión sobre China, ya que existe cierto consenso en que es necesario frenar al país asiático en asuntos como el robo de propiedad intelectual y otras prácticas.
Otras opciones
Pero, más allá de la IIEEPA, también se deben tener en cuenta con otras opciones. EEUU puede usar a Corea del Norte como excusa para prohibir el uso de sistemas de pagos internacionales SWIFT o usar la Ley Global Magnitsky para imponer sanciones a los funcionarios gubernamentales.
Por otro lado, la Ley EQUITABLE, una iniciativa bipartidista recientemente presentada en el Congreso, tiene como objetivo eliminar de las bolsas de valores estadounidenses a aquellas compañías extranjeras que no cumplan con las regulaciones de contabilidad y supervisión dentro de tres años. Esto podría tener un profundo impacto ya que hay más de 200 empresas chinas que cotizan a este lado del Atlántico y suponen más del 7% de la capitalización de mercado total chino.
Al mismo tiempo, con el objetivo de proteger la propiedad intelectual estadounidense, la administración Trump puede tratar de gravar a las empresas estadounidenses que actualmente operen una joint venture conjunta con compañías chinas, particularmente en el sector de alta tecnología.
FUENTE: DIARIO EL ECONOMISTA (ES)