El cristal acrílico estará presente en nuestras actividades diarias tras la cuarentena

El primer requerimiento para no contraer el coronavirus, según los especialistas, es el distanciamiento físico -también llamado distanciamiento social- y durante la cuarentena esto se ha cumplido por obvias razones. Sin embargo, ahora que se está retomando las actividades en varias ciudades del mundo, incluyendo en Ecuador, se comienza a ver al acrílico como una opción para seguir cumpliendo con esta regla en lugares públicos y a los que asiste mucha gente.

Este cristal acrílico, también llamado plexiglass, será parte de la cotidianidad de muchas personas, incluyendo, por ejemplo, los que acuden al patio de comidas del centro comercial Mall del Sol, donde lo han puesto en las mesas.

En otros países y en Ecuador no es raro ver a personas usando mascarillas o lentes de este tipo para aumentar la protección contra el contagio del COVID-19.

También se lo podrá observar con más frecuencia, al menos en las primeras semanas post cuarentena, en distintos tipos de negocios en el mundo, desde restaurantes, tiendas, bares, cafeterías, entre otros. Su objetivo será evitar el contacto físico en un espacio común.

En Alemania, la principal empresa que creó este material hace 87 años por casualidad -Rohm GmbH- aumentó sus ventas al doble.

En las redes y en los portales ya se han podido ver videos de como son usados en pantallas divisorias de gimnasios en Asia, para separar el espacio de ejercicio de cada individuo, y en centros de belleza.

«Si el motivo no fuera tan triste, podríamos estar contentos», dijo a la revista Forbes Claus Müller, propietario de Rohm GmbH, la compañía alemana que inventó el cristal acrílico y hoy produce las dos marcas más conocidas -Plexiglas y Acrylite-, según BBC. Mientras que su competidora brtánica, Perspex, tiene una demanda por la que ha elevado su producción un 300%.

La utilización de este material, que es más resistente, menos pesado que el vidrio y se puede moldear con más facilidad, es algo que ya es parte de las medidas de bioseguridad, en las que también están la colocación de señalética para que los usuarios conserven la distancia de al menos 2 metros, aforos disminuidos en locales y la toma de temperatura al ingreso.

FUENTE: EL UNIVERSO

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