La drástica reducción en la población de abejas y abejorros está llevando a algunas empresas locales a importar estos animales. Los frutos se reflejan en las cuentas de los agricultores.
Uno de los negocios agroindustriales más interesantes que germinan en la actual XXII Feria Agroexpo de Bogotá es la importación de abejorros polinizadores desde Argentina. El uso intensivo de pesticidas y otros químicos han reducido drásticamente esta población en el país lo que ha derivado en graves problemas de productividad para el campo colombiano.
Por todo esto, la compañía colombiana Sáenz Fety anunció su interés de importar estos animales desde Argentina, donde una firma de origen belga tiene unos cultivos y producción de colmenas. Se trata de una sofisticada biofábrica que provee de este tipo de especies a casi toda América Latina. “Colombia no tiene ni el 10% de los abejorros que debería tener. Eso se traduce en unos productos más pequeño y desuniformes”, cuenta Alejandro Sáenz, el encargado de desarrollar nuevos negocios en Sáenz Fety.
El ejecutivo plantea limitaciones como la que enfrenta la producción de aguacate hass en el país, en parte, por la falta de una buena oferta de abejorros que ayuden a polinizar bien las plantaciones.
La importación de este tipo de insumos biológicos de producción está pendiente de un permiso por parte de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, que al parecer, ha demorado todo el proceso.
¿Cómo se importan?
La biofábrica de Argentina procesa una caja con una reina y cerca de 60 abejorros obreros. El dispositivo, con un diseño especial para proteger los animales en el transporte aéreo, incluye una zona con solución azucarada, la cual sirve de alimento por varios días.
Una vez superado el viaje la colmena es trasladada a las fincas y centros de producción para que cumplan con su misión: pasar de una flor a otra el polen. “Cada animal realiza un vuelo de 2 horas en donde poliniza, luego vuelve a la colmena en donde la reina tiene la función de poner huevos”, comenta el experto.
El problema es que una de estas colmenas tiene una ‘vida útil’ de 6 a 8 semanas, tienen un precio cercano de US$200 y se necesitan unas 3 colmenas por hectárea.
Fuente: Diario El Dinero (CO)