El PND busca corregir errores en fórmula del precio de licores del Dane (Colombia)

De acuerdo con el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, el Plan Nacional de Desarrollo plantea en tres artículos una nueva fórmula para calcular el precio de venta de las bebidas alcohólicas, pues en el más reciente cálculo del Dane «la embarramos».

El Plan Nacional de Desarrollo propone modificar el impuesto al consumo de licores, vinos y aperitivos bajo una fórmula que elimina la diferencia que hasta ahora existe entre los precios de las bebidas y que permite cobrar más a bebidas más costosas.

El ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, en entrevista con Caracol Radio, aseguró que el año pasado “se cometieron algunos errores que hay que corregir”, haciendo referencia a la metodología para el cálculo de los precios de venta al público de licores, vinos, aperitivos y similares que quedó a cargo del Dane.

“El Dane lo está calculando hoy, incluyendo unos precios específicos excesivamente diferentes del verdadero precio, eso genera contrabando y adulteración, que es todavía más grave”, advirtió el titular de la cartera.

Carrasquilla explicó que la modificación se hará en dos etapas relacionadas con el impuesto y con el precio al público, “en el cual fuimos demasiado laxos en su definición, entonces se están incluyendo licores en sitios como restaurantes y otros”, dijo.

“Hay que reconocer la embarramos, vamos a sacar las patas”, concluyó.

Es por ello que los artículos 146, 147 y 148 del Plan Nacional de Desarrollo definen una base gravable que depende exclusivamente del número de grados alcoholimétricos que contenga el producto, el cual “deberá expresarse en el envase y estará sujeto a verificación técnica por parte de los departamentos”.

Además, establece una tarifa única de $500 por cada grado alcoholimétrico para licores, aperitivos y similares, y otra de $350 para vinos y aperitivos vínicos (por cada unidad de 750 centímetros cúbicos o su equivalente).

De acuerdo con la ley 1816 de 2016, que fija el régimen propio del monopolio rentístico de licores destilados y modifica el impuesto al consumo de licores, vinos, aperitivos y similares, el gravamen actualmente se fija mediante dos factores: un componente específico y uno ad valórem. Esta norma modificó, a su vez, la base gravable que estableció la ley 788 de 2002.

El primero (de $220) está relacionado con el volumen de alcohol que contiene el producto, expresado en grados alcoholimétricos; el segundo, es una tarifa de entre 20 % y 25 % sobre el precio de venta al público por unidad de 750 centímetros cúbicos (sin incluir el impuesto al consumo o la participación), dependiendo de si son vinos o licores.

El director de la Federación Nacional de Departamentos, Carlos Camargo, dijo que “esto implicaría que los licores que tienen un menor precio de venta y a los que accede la mayoría de la población colombiana, como el aguardiente y rones nacionales, tengan que pagar más impuestos; mientras que los licores importados, como whisky, vodka y tequila que normalmente tienen precios mayores, se les disminuya el aporte que realizan al Estado».

Estas tarifas, propone el PND, se incrementarán a partir del primero de enero de cada año con la variación anual del Índice de precios al consumidor (IPC).

Hoy habrá una nueva reunión (la primera fue a mediados de la semana pasada) entre los gobernadores y el Ejecutivo para debatir el impacto de la medida. Al encuentro los funcionarios regionales llevarán un documento técnico que detalla el impacto financiero que les significaría la propuesta.

FUENTE: DIARIO EL ESPECTADOR (CO)

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