La Unión Europea (UE) es el objetivo de la industria textil privada para la exportación de mascarillas. La iniciativa la anunciaron este martes 8 de septiembre directivos de la empresa Ingesa, junto con el ministro de Producción, Iván Ontaneda.
Francisco Misle, presidente ejecutivo de la empresa, informó que Ingesa empezó a exportar a Estados Unidos y Panamá y se está cerrando un contrato con Perú y la UE, mediante importantes cadenas; “esperamos que hasta diciembre exportemos alrededor de 3 millones de mascarillas a la Unión Europea por un valor de $ 450.000”.
Mientras tanto, ya se envió un primer cargamento a Estados Unidos de dos envíos de dos pruebas por $ 30 mil cada una y hasta su aprobación se están desarrollando los empaques. De esta forma, también se reactiva el empleo, ya que al momento cuenta con 650 personas, sin contar con otros sectores como distribuidores, comerciantes y personal de otras empresas que facilitan los paquetes y otros productos.
Sobre la producción de mascarilla, indicó que Ingesa está en capacidad de elaborar alrededor de 4 millones de mascarillas por mes.
En cuanto a Panamá también se han vendido 70.000 mascarillas y se prepara un nuevo pedido a Estados Unidos con alrededor de 150.000. Las mascarillas están elaboradas con tela lavable y reutilizable, pensando en suplir la demanda del mercado y con el fin de contribuir a evitar la propagación del covid-19.
Estos implementos han pasado ya por el análisis de uno de los principales laboratorios acreditados por la UE, con resultados óptimos en cuanto a los estándares de calidad y salubridad. Cuentan con una filtración bacteriana superior al 90% y rangos de respirabilidad de 37,8 Pa/cm2, parámetros que cumplen la norma europea vigente. Javier Díaz, presidente ejecutivo de la Asociación de Industrias Textiles del Ecuador (AITE), manifestó que el sector textil genera alrededor de 70.000 plazas de empleo; “somos un sector que aporta con el 1% del PIB nacional y el 7% del PIB industrial”.
No obstante, admitió que la pandemia también afectó al sector textilero, pues antes de se facturaba alrededor de $ 1.500 millones al año, “ahora según las cifras que tenemos hemos caído a casi la mitad”.
Sin embargo, añadió, se buscan formas de aportar al país desde las industrias, más aún cuando el sector se reinventado con las prendas de protección, que ha sido esencial.
Sobre esta iniciativa, el ministro Iván Ontaneda destacó que esto es un ejemplo para emprendedores que empiezan ahora y que tienen el apoyo con créditos del estado, con una Ley de Fomento Productivo para que las nuevas inversiones sigan creyendo en Ecuador, con un marco jurídico adecuado.
En cifras generales, dijo que desde marzo que empezó la pandemia hubo una paralización de cerca del 75% del sector productivo, mientras el 25% restante operó a media llave y con dificultades.
“Lograr reactivación ha sido un desafío gracias al trabajo conjunto entre el sector público y privado, con protocolos de bioseguridad, para empezar la reapertura de manera ordenada”, explicó. Según Ontaneda, actualmente más del 65% del sector productivo está operativo y el 35% restante está en proceso de reincorporación, es decir, que de a poco crece la dinámica industrial, artesanal y agroexportadora.
FUENTE: EL TELEGRAFO (EC)