El desarrollo de la economía circular está tomando cada vez más fuerza en Ecuador y en pocos días podría entrar en vigencia la Ley Orgánica de Economía Circular para regular estas actividades, sin embargo, desde ya algunas empresas apuestan por programas en los que el reciclaje y la transformación de materiales dan vida a nuevos productos.
Este es el caso de la multinacional Tetra Pak, quien en el país contribuye a la creación de Ecoyarn, un hilo ecológico que puede ser aplicado en la fabricación de muebles y diversos accesorios de decoración para el hogar, a través de un trabajo de tejido y que resulta del poli aluminio obtenido del reciclaje de los envases de este tipo.
El hilo es creado por la empresa Ecuaplastic, mediante un sofisticado proceso de extrusión y el resultado es algo similar al mimbre. El proceso integra a toda la cadena de valor y busca la instauración de una verdadera economía circular.
Para Galo Ortiz, un artesano de Quito con más de 25 años de experiencia en la fabricación de muebles tejidos y dueño de Decormimbre en el tradicional barrio de Santa Clara, el uso del material ha captado el interés de nuevos clientes.
“Adopté al Ecoyarn como un material alterno a los tradicionales como el mimbre, mocora, fibra y al plástico. La calidad del hilo, el acabado que ofrece a mis muebles, la durabilidad y la garantía de fábrica de más de 15 años son las principales razones por las que ahora trabajo con esta nueva materia prima con la que fabrico canastas, taburetes, sillas, mesas y adornos que son de interés de los clientes”, dice Ortiz.
Hedda Naranjo, vocera de Tetra Pack, dice que en el caso de su empresa ya por varios años vienen trabajando en cambios y estrategias con miras a tener una gestión 100% sustentable y de baja huella de carbono y destaca que su programa Tetra Pak, Recupera y Recicla ya se encuentra adelantado frente a la posible vigencia de la nueva Ley.
Otra empresa que apuesta también por fomentar el reciclaje es La Fabril, a través de su unidad de negocios Servei y lo hace de la mano de la empresa recolectora de aceites Arc & Pieper. Ambas han fomentado el reciclaje de más de 40.000 litros de aceite de cocina provenientes de restaurantes, hoteles y caterings del país, desde hace más de dos años.
El aceite recolectado es exportado a Europa para convertirse en biodiésel, una solución 100% verde, según indica la compañía, que destaca que otro de los beneficios de esta iniciativa, además del ambiental, es que genera una nueva fuente de ingresos para sus clientes, quienes a cambio de cada caneca de aceite usado reciben un incentivo monetario o la entrega gratuita de productos de La Fabril.
Por su parte, su socio, Arc & Pieper, favorece al ahorro de recursos a los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD) en el tratamiento de aguas residuales y sistemas de alcantarillado, ya que la mayoría de los aceites utilizados son desechados por los desagües. Una acción de alto impacto ambiental, un litro de aceite usado puede contaminar hasta mil litros de agua, asegura la empresa.
Iniciativas como estas pueden llegar a volverse cada vez más comunes en el país cuando entre en vigencia la Ley Orgánica de Economía Circular, la primera a nivel regional y que fue aprobada por la Asamblea Nacional anterior en los primeros días del mes de mayo, días antes de que el legislativo terminara su periodo (2017-2021).
La norma, que logró el apoyo de 101 asambleístas y que ahora espera hasta el 10 de junio el veto del presidente Guillermo Lasso, plantea mecanismos de transición de la economía lineal a una economía circular inclusiva por medio de una gestión sostenible de recursos y la valorización de residuos a través del reciclaje. Reconoce también la importancia de los recicladores y abriría la oportunidad de que puedan contar con una afiliación al seguro social bajo ese cargo.
En caso de entrar en vigencia, la Ley establecerá que sean los GADs quienes regulen los procesos a través de ordenanzas y la creación de una autoridad ambiental como el Comité Sectorial de Economía Circular para que fije sanciones, que irán de leves a graves, al igual que etapas de ecodiseño, prevención, certificación, rotulación y etiquetado a las que deberán someterse las empresas que transformen sus modelos de producción a la economía circular, respondiendo a una de las exigencias contempladas en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, en su objetivo 12 que busca una producción y consumo responsable.
Puntos como estos también fueron considerados por Lasso en su Plan de Gobierno para el medio ambiente. El actual mandatario prometió que junto con los GADs promoverá una recolección de basura inteligente y selectiva que fomente la cultura de la reducción, la reutilización y el reciclaje y habló también de liderar el cumplimiento de las acciones previstas en la Ley para la racionalización, reutilización y reducción de plásticos de un solo uso, por lo que se presume que podría respaldar el marco jurídico cuando lo revise.
Lasso planteó que en su gobierno se fortalecerá el cuidado al medio ambiente reforzando en la malla curricular temas como la protección y prevención del deterioro del medio ambiente, puntos que la Ley en cuestión también contempla.
La Ley, que buscará también sensibilizar y educar al ciudadano en mejores prácticas ambientales de consumo desde varios campos, ha fijado productos prioritarios que deberán ser regulados para que exista una gestión sostenible de sus residuos. Entre estos constan, aceites y lubricantes; aparatos eléctricos, dispositivos electrónicos y telefonía móvil; baterías, repuestos automotrices y pilas; envases y embalajes; neumáticos, cables y dispositivos de cableado de telefonía, internet, fibra óptica, postes y plástico utilizado en la industria agrícola de exportación.
FUENTE: EL UNIVERSO (EC)