A poco más de cinco meses de que el Gobierno Nacional decretara el Estado de Excepción por la pandemia del covid-19, el Ministerio de Salud Pública (MSP), a través de la Coordinación Zonal 8 (Guayaquil Durán, Samborondón), evalúa las acciones emprendidas para contener el virus, siendo el puerto principal, la ciudad que se convirtió en epicentro de esta crisis sanitaria.
Los meses de marzo y abril fueron los de más emergencia, puesto que los pacientes abarrotaron las casas de salud, especialmente los hospitales declarados como centinelas; hubo un mayor número de contagios así como de fallecidos.
Francisco Pérez García, coordinador zonal 8 del MSP, quien asumió el cargo el 28 de marzo, cuenta cómo reaccionaron entonces, qué ocurre ahora con los centros hospitalarios y con los pacientes sintomáticos de covid-19.
¿Cómo se han manejado estos cinco meses de pandemia en la Zona 8 y cuál de los tres cantones que la componen fue el más complejo debido a los casos positivos? En la Coordinación Zonal 8 de Salud, desde marzo que empezó la emergencia hasta la actualidad, hemos realizado diversos protocolos y actividades dentro de los hospitales que son de segundo y tercer nivel de atención y dentro del primer nivel que son los centros de salud sean tipo A, B o C, dependiendo de su categoría. En lo que son hospitales, al ver el número de pacientes que no tenían dónde hacerse atender por otros tipos de patologías, nos vimos en la obligación de designar y elegir dos hospitales que sean de atención netamente covid: el Monte Sinaí y el Hospital Guasmo Sur, y un tercero para pacientes referidos que es el Abel Gilbert (Hospital Guayaquil), para aquellos que tenían cualquier tipo de patología sobreañadida y necesitaban un tipo de atención de un nivel de complejidad más alto. Al realizar este cambio, que lo hicimos en la primera semana de abril, empezó una disminución de fallecidos en Guayaquil.
¿Por qué? Porque muchos de los fallecidos eran pacientes con otro tipo de patología que no querían acudir a uno de los hospitales covid por miedo a las infecciones que podían contraer al ingresar a algunos de estos hospitales.
De los 8 hospitales que teníamos quedaron 6 para atención general de otros tipos de patología, por eso vimos una disminución en el número de fallecidos, tuvimos un mayor control y pudimos hacer una mayor estadística de pacientes respiratorios, sintomáticos-respiratorios, sean estos por clínica o confirmados por PCR dentro de los hospitales. Habilitamos al 100% los centros de salud, las 24 horas, a la primera semana, algunos tipo C y tipo B, en Guayaquil, Durán y Samborondón. En estos realizamos un nuevo triaje respiratorio y uno para pacientes no respiratorios, es decir hicimos un triaje diferencial.
Pudimos ver que adentro de estos centros de salud aumentó en la primera semana el número de pacientes y captamos a pacientes en una etapa más temprana que pudieron empezar su tratamiento. Adicional a eso, dentro de estos centros de salud se podía mantener hospitalizado al paciente que requería observación.
Igualmente los Médicos del Barrio y los TAP (Técnicos de Atención Primaria) se empezaron a reactivar y hacer las visitas domiciliarias. De esta forma hasta rompimos ciertos protocolos porque empezamos a dar medicinas que tal vez, en otras circunstancias, no se la daba dentro del primer nivel de atención, o no se la daba dentro de un domicilio, a un paciente que era visitado por los Médicos del Barrio. Al realizar esa estrategia, al romper esos protocolos, empezamos a ver también que estos pacientes se empezaron a recuperar y no progresaban a una enfermedad más crónica.
Empezamos a ver que dentro de las emergencias de los hospitales empezó a disminuir el número de pacientes que ingresaban de manera espontánea y el número de pacientes hospitalizados, tanto así que en un mes (abril).
En el mes de mayo ya hubo una disminución drástica en pacientes hospitalizados, en cuidados intensivos, en el área de emergencia, más que todo pacientes fallecidos.
Fue así que durante la primera semana de mayo, tanto así que Guayaquil fue catalogada como la ciudad que más rápido logró disminuir el número de fallecidos. Son varias estrategias que se realizaron en conjunto con otras instituciones públicas, otros ministerios y más que todo con la ayuda de la parte privada que fue bastante importante y que ayudó a tener al personal de salud bastante protegido.
Marzo y abril fueron los meses más complejos debido a la cantidad de infectados, muertos, y los hospitales no se daban abasto para atender a tantos pacientes.
Los hospitales tenían una capacidad de pacientes que se atendían de hospitalización bastante alta, ni un sistema de salud en el mundo, ni de primer nivel logró tener una capacidad para la atención de pacientes; lo vimos en España, en Italia, los seguimos viendo en Estados Unidos. De la forma cómo se afrontó dentro de Guayaquil, poco a poco y en menos de un mes se logró estabilizar a la ciudad.
¿Los pacientes de Durán y Samborondón eran referidos a los hospitales covid en Guayaquil o eran atendidos en centros de primer nivel? En Durán y Samborondón tenemos los centros de salud, eran atendidos también allí y si necesitaban observación se quedaban ahí.
Hay que aclarar que en Samborondón, en conjunto con el Alcalde, hicimos un trabajo articulado bastante bueno, habilitamos en el coliseo alrededor de 50 camas con oxígeno para pacientes que necesitaban algún tipo de observación con los médicos y medicina que el MSP otorgaba. ¿Cuántos pacientes se han atendido por covid en los tres hospitales que mencionó, hasta la fecha? Son alrededor de 6.800 pacientes en lo que es el área de hospitalización, en el área de UCI como 8.700 aproximadamente.
Adicional a eso nosotros, en primer nivel de atención, hemos atendido alrededor de 200 mil ciudadanos desde que se declaró la emergencia, el 16 de marzo. ¿Entre las dos casas de salud, Monte Sinaí y Hospital del Guasmo? Entre las dos casas de salud centinelas incluida la tercera (Abel Gilbert) que era para pacientes con una complejidad mayor. Adicionalmente entre pacientes ingresados y egresados durante el mes de agosto, hemos visualizado que hay un número mayor de pacientes egresados que ingresados, eso significa que hay un menor número de contagio a nivel de la ciudadanía en general.
No hemos visto -a pesar que ya se han liberado ciertas restricciones en lugares públicos- que sigue disminuyendo el número de contagios. Las últimas semanas epidemiológicas, desde la semana 29 que teníamos 160 pacientes, en la 30 bajó a 133 pacientes; en la semana 31 a 95 pacientes; en 32 a 36 y así sucesivamente hasta la semana 34 (la última de agosto) que tuvimos 20 pacientes.
Hemos visto una disminución de los números de pacientes positivos covid, confirmados por PCR y, a la vez, un número disminuido de pacientes que van a las emergencias de hospitales y centros de salud, y el área de triaje respiratorio. Una disminución que equivale al trabajo que se ha realizado dentro de esta Coordinación Zonal 8.
Igualmente el número de fallecidos ha disminuido de manera progresiva día a día. Y si nos ponemos a ver en el mes de julio, agosto de 2017, 2018, 2019, y se los compara con el 2020, a pesar de que tenemos un mayor número de ciudadanos, estamos por debajo de los fallecidos de la línea media de los años anteriores durante estos dos últimos meses.
¿En cuánto se aumentó el personal médico en estos hospitales? Cuando empezamos la emergencia debido a múltiples factores externos, entre esos que muchos de los médicos profesionales de la salud, auxiliares, licenciadas, camilleros, muchos estaban sintomáticos respiratorios, por lo que se los tuvo que aislar, muchos que salieron positivos, otro grupo estaba dentro de los vulnerables, por lo cual contábamos con un número de talento humano bastante bajo.
Llegamos a contar casi con el 20% del número de talento humano en general en una emergencia, tuvimos que hacer una reestructuración inmediatamente y aumentamos el número de talento humano.
Actualmente, debido a ciertos profesionales y trabajadores de la salud vulnerables, no llegamos al 100%, pero estamos cerca del 92%. Adicional a eso, 115 centros de salud están habilitados trabajando para cualquier tipo de patología adicional al covid y también tratando todo lo que es la parte de vacunación.
¿En cifras cuánto sería el personal médico? No lo tengo exacto, pero estamos en el 90% del talento humano en todos los hospitales y en todos los centros de salud de la Zona 8. ¿Los 115 centros de salud son de la Zona 8? Así es.
Algo bastante importante es que como MSP hemos estado involucrados en otras áreas donde antes no lo hacíamos como ministerio como es el aeropuerto, donde tenemos trabajando 18 médicos haciendo guardias en diferentes turnos; adicional tenemos 4 médicos más que se encargan de todo el sector hotelero o domiciliario para revisar y otorgar todos los certificados a las personas cuando salen de los hoteles y se van a su casa.
Hay 6 médicos que están coordinando toda esa parte de aeropuertos, puertos, terminal terrestre y puerto marítimo.
Adicionalmente tenemos personal médico en Criminalística, que está colaborando con los médicos de Medicina Legal de la Policía Nacional. Es necesario recordar que si alguien sale de viaje al exterior, al momento de regresar tiene que hacerlo con la prueba PCR, la pruebas de antígeno o las pruebas rápidas, que no son medio de diagnóstico sino un tamizaje.
¿Cuál es la situación actual de los hospitales centinelas, siguen siendo covid? El Monte Sinaí sigue siendo covid, tiene su área de aislamiento covid, totalmente independiente, pero hace 20 días se habilitó la consulta externa de todos los tipos de patologías que este hospital general tiene en su cartera de servicio. Adicional a eso también ya se habilitó la parte de hospitalización, cirugía, todo lo que el ciudadano requiera para su patología general.
En el hospital Guasmo Sur, ya la semana pasada habilitamos la consulta externa, pero con una particularidad, es para pacientes post covid que tienen alguno que otro problema de salud y quieren hacerse atender de alguna que otra secuela. El Guasmo Sur y Monte Sinaí tienen su área de covid-19, la ventaja es que en este último, las 50 camas que tenemos para covid, están vacias.
¿Y el Abel Gilbert se mantiene con otras patologías? El Abel Gilbert tiene su área covid, pero solo para pacientes referidos que necesitan atención de tercer nivel, con algún tipo de cáncer, patología crónica no controlada, que necesitan un mayor nivel de atención; si covid sintomático fuerte se lo ingresa en este hospital.
¿De cuántas camas disponían y cuántas tienen ahora? Ahora, dependiendo de la demanda, vamos a aumentando el número de camas, pero al momento como hay una demanda bastante baja, empezamos a disminuir y a atender, en estos hospitales, otro tipo de patología lo que antes no se podía hacer.
En cuidado intensivo, del 100% de los ventiladores que nosotros teníamos en el mes de abril y mayo, ahora solo contamos con el 30% de ese 100%, pero eso no quiere decir que no los podemos habilitar.
Si la demanda lo requiere, vamos a ir aumentando esa capacidad de cuidados intensivos, pero al momento mantener esas áreas hábiles no es recomendable si no hay la demanda para ese tipo de atención. Entonces estamos haciendo una reestructuración para esos ventiladores usarlos en otros hospitales también, no covid, para pacientes que requieren ese tipo de atención en unidades de cuidados intensivos.
¿En número, cuántos ventiladores son? Tenemos alrededor de 90 ventiladores, pero no todos están habilitados. Dependiendo de la demanda vamos a ir habilitándolos. Actualmente tenemos unos 65 funcionando.
Si la demanda aumenta nosotros aumentamos esos ventiladores. ¿Cómo se preparan para la campaña “Yo me cuido”, una vez que termine el estado de excepción? La campaña “Yo me cuido”, no es nada más y nada menos que decirle a la ciudadanía que la responsabilidad es de todos; hay una corresponsabilidad tanto del ciudadano como de nosotros, el Estado.
Tenemos que mantener la campaña de comunicación para que el ciudadano empiece a cuidarse él mismo y empiece a cuidar a las personas que lo rodean, más que todo, seguir usando los medios de protección como son la mascarilla, el alcohol gel o líquido; evitar ir a lugares donde hay grandes aglomeración de personas; evitar ir a lugares donde haya un mayor riesgo de contagio como son los mercados, transporte público, solo ir en casos necesarios.
Más que todo se trata de decirle a la ciudadanía que empiecen y continúen con todos estos medios de protección y no bajen la guardia a pesar de que en la ciudad estamos con una estadística bastante buena, pero no hay que bajar la guardia.
FUENTE: EL TELEGRAFO (EC)