Gonzalo Vargas rescata y explora los paisajes de Chimborazo y Cotopaxi

En el siglo XIX, el artista Frederick Edwin Church viajó a Ecuador y realizó estudios in-situ de las montañas de esta cordillera. Después de su viaje, siguiendo el espíritu romanticista de la época e influenciado por la lectura de ‘Cosmos’ de Alexander Von Humboldt, pintó el Chimborazo y posteriormente el Cotopaxi.

Tomando como referencias las pinturas de Church, el artista ecuatoriano Gonzalo Vargas trabajó en la producción de una serie de fotografías, piezas sonoras, videos, esculturas e ilustraciones digitales que forman parte de ‘Estudios sobre el Corazón de los Andes’; la exposición que estará abierta al público desde mañana, en N24 Galería de Arte.

Vargas cuenta que Church antes de pintar estos cuadros realizó una serie de estudios previos que incluyeron el registro de una serie de notas en acuarela y muchas lecturas.

“Desde mis años de estudiante me interesó su trabajo. Lo que hice para esta muestra es imaginar y crear una serie de estudios previos contemporáneos para la obra de este artista”, comenta.

La producción de este estudio contemporáneo sobre los cuadros de Church comenzó con la captura de fotografías en blanco y negro del Cotopaxi y del Chimborazo. Con la ayuda de un geógrafo hizo un levantamiento topográfico de esas montañas. Sacó modelos en 3D y realizó una serie de animaciones, que también imprimió en 3D.

Como parte de estos estudios experimentó con lo sonoro. Produjo sonidos similares a los del viento y con la ayuda de un osciloscopio dibujó una serie de imágenes que tienen la apariencia de una cadena montañosa.

Me parece que esta exposición habla mucho del paisaje y cómo nos relacionamos con él a través de las tecnologías. Pensemos lo que hemos vivido en estos meses, muchos de nuestros paisajes cotidianos han estado mediados por videojuegos, películas o espacios virtuales”.

A criterio de Rodolfo Kronfle, el diálogo lúdico que provocan estos “estudios” centrados en los volcanes Chimborazo y Cotopaxi, y el contraste significante que logra entre herramientas de representación y tecnologías del presente y el pasado, permiten que las personas se cuestionen por temas que habitan en otro plano de la experiencia humana y que, tal vez, aún quedan por descubrir.

Para la exhibición se incluyeron dos mesas en las que están los videos, objetos escultóricos; entre ellos una pieza en bronce. También está un ejemplar de la ‘Geografía del Ecuador’, de Manuel Villavicencio, abierto en una página en la que aparece el Chimborazo.

‘El Corazón de los Andes’, el nombre que Church le puso al cuadro que pintó del Chimborazo, se comenzó a exhibir en 1859. Kronfle cuenta hasta entonces no se había dado una sensación tal en la historia del arte estadounidense.

“Un éxito sin precedentes que llegó a convertirla en su pintura más influyente. Se estima que el día del cierre de su exhibición en Manhattan circularon por la Ten Gallery más de 6 000 personas que pagaban USD 0,25 por verla, muchas de ellas con binoculares de ópera para gozar de los detalles y la exuberante vegetación”.

Fuente:Diario El Comercio.

VOLVER