En el país existen 9 bancos cuya inversión anual asciende a los $ 300.000. El Ministerio de Salud (MSP) busca crear otros 3 con una inversión de $ 1,6 millones que implica la instalación, adecuación, mantenimiento y operación. Con ello se mitigarían las muertes y enfermedades en los niños que no cuentan con acceso a la leche materna. Para el MSP es importante que el sector médico privado pueda invertir en este servicio.
Los exámenes son requisito fundamental para donación En Ecuador, 556 bebés recién nacidos fallecieron y otros 8.509 enfermaron en 2018 por dificultades respiratorias, según las estadísticas que presentó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
Estas muertes y otras enfermedades más como la diarrea o la neumonía serían evitadas en los bebés si tomaran exclusivamente leche materna en los primeros seis meses de vida, recomienda el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Pero, ¿qué esperanza tiene un bebé prematuro o uno cuya madre presente enfermedades transmisibles como el VIH? o más allá, ¿qué alimento puede darse a un niño cuya madre no tiene leche? La importancia de los Bancos de Leche Humana En el hospital Nueva Aurora, sur de Quito, llegan alrededor de 40 mujeres para donar su leche.
Cintia Bracho dio a luz el 22 de octubre pasado y su bebé tan solo toma un tercio del alimento que ella es capaz de producir. Cada día, la joven dona el restante para otros niños. La solución a la problemática de mala alimentación en recién nacidos pasa, entonces, por la voluntad ciudadana de donar leche materna; pero también por las decisiones políticas para cuidar la alimentación de los recién nacidos.
Allí radica la importancia de los Bancos de Leche Humana (BLH). En ellos, la mujer hallará personal especializado que la guiará sobre la correcta alimentación de los recién nacidos y podrá entregar el alimento que produzca en exceso para otros niños. Desde 2007, la lactancia materna fue un tema prioritario para Ecuador.
En ese año se creó el primer BLH con sede en la maternidad Isidro Ayora en Quito. No solo el bebé se beneficia con la donación de leche, sino también las mujeres. La práctica disminuye el cáncer de mama, de ovarios y la presencia de osteoporosis en la etapa de la menopausia. “Disminuye la posibilidad de que la mamá tenga anemia, evita las hemorragias y disminuye la depresión post parto.
Además lo más importante es que el vínculo materno con el hijo se agranda, proporcionándole seguridad emocional”, dijo Katia Rivas, pediatra neonatóloga. Elizabeth Vaca, licenciada en laboratorio clínico y trabajadora de la maternidad Nueva Aurora en Quito, destacó que la extracción de leche evita la mastitis, que es la acumulación del líquido en las glándulas mamarias.
Y de eso dio fe Bracho. “Acudimos las veces necesarias. Mientras más veces venga, es mayor la producción. Yo asisto dos veces al día. En la mañana doy de producción 130 ml, en la tarde 50 ml. Ya son como dos teteros en todo el día”.
Cómo funciona un BLH Un BLH es un centro especializado que brinda recolección, almacenamiento, procesamiento y distribución de leche materna. El primero se creó en Viena, Austria, en 1900 como motivación para el aumento de la lactancia materna y la eliminación de las nodrizas. Las estadísticas evidenciaron no solo la concienciación de la importancia del alimento humano, sino también la disminución de cifras de mortalidad infantil.
En Ecuador, hoy en día existen 9 BLH en todo el país. A este programa el Estado destina anualmente $ 300 mil y busca crear otros tres BLH más que significarán una inversión de $ 1,6 millones, según confirmó Ana Lucía Buchelli, directora nacional de Promoción del Ministerio de Salud Pública (MSP). Solo para la implementación, cada BLH necesita $ 130 mil.
Al llegar, 14 especialistas están listos para atender a la mujer donante. Ella, mientras tanto, se lava las manos y senos, se colocan una bata con abertura en su pecho y entra al lactario. El lugar simula una guardería con muñecos y colores. Tres bombas extractoras son puestas en el pezón de la madre desde donde se extrae la leche. Allí estarán 15 minutos Hasta entonces, los especialistas verifican que los exámenes de las madres del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), sífilis (VDRL) y hepatitis sean negativos.
Así, el líquido pasa a un examen físico para ver el color, olor o presencia de suciedades. Si los parámetros están normales pasa al examen químico. Cuando acaba el proceso se busca bacterias y finalmente se realiza el crematocrito que sirve para ver las calorías de la leche. Aunque los actuales BLH solo brindan ayuda a bebés prematuros, bajos de peso o hijos de mujeres con VIH, el Estado anhela que el servicio se amplíe a más niños. “El MSP no es el único responsable, ni posible entidad financista de los BLH. La red privada también puede incorporarlos. Hasta ahora tenemos el pedido de un hospital en Cuenca”, anunció Buchelli. Además de las madres que acompañan a su bebé hospitalizado, también pueden donar aquellas cuyos hijos sean sanos y tengan 6 meses de nacidos.
Beneficios de la leche materna Para Vaca, la leche materna permite que los niños se beneficien de 250 nutrientes. “No se compara con la fórmula. Cuando el bebé nace, se produce el calostro que es como la primera vacuna porque tiene muchas defensas”. La leche materna además puede evitar enfermedades de tipo respiratorio, gripales, neumonías, otitis, enfermedades alérgicas, asma, dermatitis atópicas, entre otras.
En ello coincide un informe de 2018 de Unicef que destaca que “los bebés que toman leche materna en su primera hora de vida tienen más posibilidades de sobrevivir”. Pero 78 millones de niños en el mundo, es decir 3 de cada 5 recién nacidos no la ingieren en su primera hora de vida, lo cual aumenta el peligro de que mueran o contraigan una enfermedad. Para Rivas, la leche materna es única. “A través de esta las mujeres pasamos a nuestros hijos parte de nuestra memoria inmunitaria, les pasamos los anticuerpos de tal forma que si un niño se enfrenta a ciertas bacterias o virus tiene 45% menos posibilidad de enfermarse”. (I)
FUENTE:DIARIO EL TELÉGRAFO (EC)