Durante la pandemia, el uso de la plataforma creada por el ecuatoriano Carlos Huerta creció 10 veces más. Escuelas, padres de familia y estudiantes pueden descargarla de forma gratuita.
El uso de las plataformas educativas cada vez cobra mayor demanda desde la aparición de la pandemia por el covid. La enseñanza de las escuelas y colegios cambió.
La aplicación Moi Aprendizaje Social, creada hace un año por el guayaquileño Carlos Huerta, registra 10 veces más de descargas a nivel nacional e internacional que antes de la crisis de salud. Hoy, más de 12.000 estudiantes y 1.000 profesores la utilizan desde sus hogares.
Huerta explica que con la emergencia sanitaria la app, que inicialmente tenía un costo, en la actualidad es gratuita y está disponible para las escuelas, estudiantes, docentes y padres de familia.
Desde que empezó la pandemia se han sumado 12 planteles educativos. “Esperamos que otros 200 centros se sumen en los próximos meses, ahora que es gratis”.
Las unidades que no tengan internet se comunican con el equipo para recibir un Moi Hub, un dispositivo que genera un intranet local y permite se use el aplicativo sin internet.
¿Qué proporciona la app a a la comunidad educativa?
Según su creador, Moi es una experiencia diseñada usando la neurociencia, es decir, cómo aprende el cerebro usando los beneficios de la tecnología otorgándole a los niños una experiencia de juego social, que pueden compartir entre ellos, comunicarse, competir. Todo de manera remota, sin tener que estar en un aula de clases.
“El beneficio principal comprobado con estudios internacionales es mejorar el aumento del puntaje escolar en más del 50% con una de hora de juego a la semana”, indicó Huerta. MOI Aprendizaje está dirigido a niños de cinco a doce años.
Al ingresar a la página www.growmoi.com, se visualiza un árbol y se escucha el sonido de las aves. El florecimiento del arbusto se incrementará con cada uno de los aciertos que tenga el chico cuando conteste las preguntas y según el contenido elegido. El progreso, en las diferentes áreas, se mide por niveles.
Los docentes, en cambio, tienen una herramienta que les permite validar todo lo que están haciendo los niños dentro del programa.
Huerta añade que el profesor puede crear pruebas de manera individual o grupal, enviar los contenidos para la unidad nueva que aprenderá y recibir notificaciones de los progresos e identificar las habilidades de su estudiantado.
“Cuando los menores juegan con MOI, se puede observar cuáles son las preferencias en cuanto a alguna asignatura en particular o los retrasos que tenga para tomar las acciones necesarias para cada caso”.
Previamente a su utilización, el profesor recibe una capacitación para hacer la adaptación al curriculum y crear experiencias lúdicas.
Los contenidos tienen más de 80% de cobertura curricular y por eso el Ministerio de Educación (MinEduc) validó la propuesta pedagógica.
Huerta invita a nuevas escuelas y docentes a sumarse a la comunidad de MOI.
Neurociencia para educar
La neuroeducación ayuda en el proceso de potenciar la creatividad y aprendizaje de ciertas disciplinas, por ejemplo, las matemáticas. Asimismo detecta los déficits en los niños que incapacitan o reducen sus capacidades para leer, escribir o aprender una determinada materia.
Por otro lado, la neuroeducación permite evaluar y mejorar la preparación del docente y facilitar el proceso de quien aprende a cualquier edad. Además de proporcionar herramientas útiles para la enseñanza. (I)
Fuente:Diario El Telegrafo.