Los deportistas con discapacidad se dan modos para mantenerse en forma. En sus casas recrean los ejercicios que hacían al aire libre.
Bicicletas estáticas, ligas, caminadoras, pesas, alfombras, carreras virtuales y todo implemento que encuentren a la mano… Los deportistas con discapacidad se las arreglan para mantenerse en forma con todos estos artículos.
El paratriatleta Pablo Vallejo, el paratleta Darwin Castro, su guía Sebastián Rosero, y el paraciclista Sebastián Carrasco compartieron las actividades que realizan durante la emergencia sanitaria que vive el país por el covid-19 (coronavirus).
La pandemia afecta al mundo entero y provocó la suspensión del calendario en todos los continentes, tanto para deportistas adaptados como convencionales.
Las restricciones de movilidad y las recomendaciones dadas por las autoridades de mantenerse en casa, obligaron a los atletas con discapacidad a ingeniárselas para no perder el estado físico.
El confinamiento hizo recordar a Carrasco los casi siete meses que permaneció en una condición parecida luego del accidente en el que perdió la movilidad de las piernas en 2015.
La larga recuperación la hizo en la casa de su mamá y luego en la suya. Cinco años después volvió a estar encerrado, aunque ahora se desenvuelve por sí mismo.
Los entrenamientos los ha tratado de llevar con igual naturalidad que antes del coronavirus; sin embargo, extraña practicar en senderos de montañas y parques.
El único ecuatoriano que coronó la cima del Kilimanjaro, la montaña más alta de África, en una bicicleta impulsada por las manos, contó que trata de “hacer 100 km en el rodillo y fortalecimiento muscular con argollas que están pegadas en la pared y con eso me ayudo a ejercitarme”.
Por su lado, Vallejo, quien está buscando la clasificación a los Juegos Paralímpicos Tokio 2021 y tiene una amputación en la pierna izquierda desde los 16 años, trabaja en una nueva pretemporada, como la calificó, en la que incluye equipos como un simulador de ciclismo, argollas y ligas, para no perder el ritmo.
En el triatlón, el quiteño practica ciclismo, natación y atletismo. Este último le preocupa porque es su debilidad, pero se ha dedicado a hacer ejercicios funcionales y de fortalecimiento para cuando regresen las carreras.
Atletismo es la disciplina en la que el atleta no vidente Castro y Rosero han logrado los mejores resultados. La cuarentena los sacó de Cuenca, donde entrenaban el último tiempo, para volver a Quito a prepararse.
Ambos, que están clasificados a Tokio 2021, trabajan con una bicicleta estática, una elíptica y otros materiales de gimnasia. A los cuatro el covid-19 les trastocó los calendarios deportivos y esperan que todo pase pronto. (I)
Fuente: Diario el Telegrafo