La larga y tediosa espera para entrar hasta Puerto Bolívar.

«Entras, pero no sabes cuándo sales”, dice resignado un conductor, mientras reclina su asiento para tomar una siesta en su camión, parqueado en el patio de la terminal de Puerto Bolívar, ubicada en El Oro. Otros transportistas están dormidos o conversan en grupos de tres o cuatro para matar el tiempo.

Esta larga espera puede llegar a ser de hasta tres días para embarcar la carga de banano para su exportación.

Eso es lo que viven desde hace cinco años, cuando la operación de la terminal pasó a manos de la empresa turca Yilport.

La firma asumió la operación en el 2016 y ofreció un plan de mejora. Las inversiones solo se han cumplido en parte, según reconoce la operadora. Esta situación impacta en el deterioro de la calidad de la fruta y congestionamientos de camiones para entrar a la terminal. Esa es la conclusión del clúster bananero, que reúne a cuatro gremios de productores y exportadores. A las 14:00 del pasado 30 de marzo, diez camiones ya hacían fila en el ingreso.

Dentro del puerto, en el patio, un transportista llevaba esperando incluso 32 horas para descargar su fruta. El hombre, de 78 años, estaba en el asiento del cabezal, un poco adormitado. En su camiseta gris se marcaba el sudor por el tiempo de espera. La puerta estaba abierta para que entrara un poco de aire. A esa hora, la temperatura marcaba sobre los 27 grados. Estas demoras se traducen en menos ingresos para estos transportistas. “Me significa pérdidas, porque solo hago uno o dos viajes a la semana, cuando podría hacer hasta cuatro”.

Servio, otro conductor, había esperado hasta 20 horas. Para eso -cuenta- madruga a la finca San Javier, ubicada 45 minutos de Puerto Bolívar, desde el cual se envía el 25% del banano ecuatoriano al exterior.

Además, desde la terminal se moviliza concentrado de cobre y mango del norte del Perú. En total, en el 2020 se exportaron desde esa zona 1,8 millones de toneladas métricas, un 8% de todo lo que envía el Ecuador a través del tráfico naviero

. “A veces, ni siquiera entramos al Puerto; estamos en la calle, con sol intenso, detrás de 40 vehículos que también pujan por pasar”, cuenta Servio. Los operarios de Yilport les dicen que deben esperar porque no ha llegado el barco, porque hay fallas en el sistema o no hay el personal suficiente para operar los embarques. Cuando llueve, la carga se coloca en galpones abiertos y techados que dejan ver agujeros desde la calle de acceso para ir al muelle. “Cuando hay mal clima, eso parece cernidera”, cuenta un transportista.

Esto ocurre pese a que el plan de inversión de Yilport contempla trabajos para el mantenimiento de la terminal, según la información disponible en la página web del Ministerio de Transporte y Obras Públicas.

Otro compromiso fue construir una moderna cámara de refrigeración para el banano. El cronograma decía que debía estar listo hasta el 2018. La gerenta de la Autoridad Portuaria de Puerto Bolívar, Evelyn Icaza, señala que hubo un retraso en el inicio de las obras para la expansión del puerto, porque no se transfirieron los terrenos a la concesionaria por parte del Estado. “Los terrenos fueron entregados a Yilport en septiembre del 2020”, dice.

El 30 de marzo pasado llegaron ocho grúas de hasta 60 metros de altura, equivalentes a 26 pisos de un edificio. Las modernas máquinas entrarán en funcionamiento en junio próximo. Mientras tanto, se seguirán usando cuatro grúas de un solo brazo para poner la mercadería en los barcos.

A las 15:30, un estruendo anunciaba los trabajos de hincado del primer pilote para un nuevo muelle. Maquinaria pesada, de gran tamaño, colocaba las estructuras en el mar.

Hasta el año pasado, Yilport invirtió hasta septiembre pasado USD 32,2 millones, que incluyó, entre otras obras, el dragado del canal de acceso. La concesionaria tiene un compromiso de inversión USD 750 millones para mejorar la terminal en 50 años.

Alfredo Jurado, gerente de Yilport, reconoce que la fase 1 aún requiere tiempo para completarse. “Desde septiembre pasado se inició con todas las inversiones y adquisiciones. Son varias acciones por ejecutarse, que darán un mantenimiento y transformación integral al Puerto”, ofreció.

Dice que las tareas incluyen cambios en las garitas de acceso, una bodega refrigerada para evitar las filas de camiones y ayudar a recibir la carga suelta que se mueve por el puerto.

El clúster bananero insiste en que los problemas se derivan de la falta de cumplimiento de inversiones. A las 17:00, la fila de camiones ya sumaba 20 vehículos.

FUENTE: EL COMERCIO (EC)


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