El PIB de Ecuador creció 0,9 % en el segundo trimestre de 2018, la cifra más baja en 6 trimestres. La inversión cae y el consumo sostiene el dinamismo.
Apenas camina. La economía ecuatoriana acentuó su desaceleración en el segundo trimestre de este año. Es decir, crece, pero a un ritmo más lento que antes.
De abril a junio de este año, el Producto Interno Bruto (PIB) creció 0,9 %, si se compara con el mismo trimestre del año pasado, según el último reporte de Cuentas Nacionales Trimestrales del Banco Central del Ecuador (BCE), que se publicó ayer. La cifra es la más baja de 2017 y 2018.
Según la Cámara de Comercio de Guayaquil (CCG), es la quinta cifra positiva más baja en dolarización.
También el dato de crecimiento del primer trimestre de este año se revisó a la baja. De 1,9 % reportado previamente, cayó 1,6 % en el reporte actual.
¿Pero por qué el crecimiento económico de Ecuador se ha vuelto más lento?
Según el BCE, el Gasto de Consumo Final del Gobierno creció apenas 0,59 % comparado con el mismo período del año pasado. En esa misma línea, la Formación Bruta de Capital Fijo (FBKF), que tiene que ver con inversión en maquinaria e infraestructura para la producción, creció solo 0,58 %.
El consumo en los hogares sigue siendo el principal motor de crecimiento. Sin embargo, su vitalidad se ha reducido en los últimos meses.
De 18 actividades económicas, 14 crecieron y cuatro presentaron cifras negativas. Pesca (excepto camarón), petróleo y minas, y refinación de petróleo tienen cifras en rojo.
Para José Hidalgo, director de la Corporación de Estudios para el Desarrollo (Cordes), la desaceleración de la economía y una posible recesión eran inevitables si se quería corregir las cifras fiscales, como el excesivo gasto por parte del Gobierno.
Para Hidalgo, se comienza a sentir la reducción del gasto en obra pública y prevé que este año se mantendrá la desaceleración y en 2019 podría haber una recesión, al no tener el efecto esperado de los incentivos económicos.
Para la CCG, aunque el comercio creció un 3,3 % interanual durante el segundo trimestre, significó una caída en relación al primer trimestre (4,9 %). Sería el tercer trimestre que el comercio viene perdiendo fuerza.
Otros sectores importantes que también evidencian desaceleración son agricultura, acuicultura y manufactura. Por otro lado, la construcción tendría una etapa de recuperación leve con una expansión del 1,1 % interanual en el segundo trimestre.
Pero para Cordes hay otro aspecto preocupante: las correcciones del BCE a sus propias cifras. El Central realiza modificaciones de cifras pasadas en magnitudes importantes y eso genera desconfianza.
Hasta la fecha, el BCE no publica la proyección actualizada del crecimiento de 2018.
El ritmo de consumo baja
El apetito por consumir por parte de los ecuatorianos decae. La cifra de consumo en los hogares, que creció 3,3 % frente al segundo trimestre de 2017, está muy lejos de las tasas en torno al 6 % registradas en los últimos tres trimestres de ese año y también por debajo del 3,9 % observado en el primer trimestre de 2018.
Exportaciones menores
Las exportaciones de bienes y servicios muestran un menor dinamismo, al pasar de una ya modesta tasa de crecimiento interanual de 1,3 % en el primer trimestre de este año, a una de apenas 0,2 % en el segundo (la tasa más baja desde inicios de 2016).
Refinación se desploma
Entre las actividades que más se han debilitado están agricultura, petróleo y minas (que acumula seis caídas interanuales consecutivas), refinación de petróleo (que se habría desplomado 36 % en el segundo trimestre), manufactura, comercio, servicios financieros y alojamiento y servicios de comida.
Construcción mejora
Entre las industrias cuyo crecimiento interanual en el segundo trimestre de 2018 fue mayor que el registrado a lo largo de 2017, están construcción (que el año pasado se contrajo 4,4 % y en el segundo trimestre de este año registró un modesto crecimiento de 1,1 %), transporte, administración pública y enseñanza y servicios sociales de salud.
Alberto Acosta Burneo Editor / Análisis Semanal
“Se requiere crédito”
¿Vamos nuevamente a una recesión?
No se puede descartar esa posibilidad. Pero todo depende del financiamiento que consiga el Gobierno. Si el Gobierno consigue financiamiento, podría evitar entrar a una recesión. Lo que es claro es que estamos en una clara tendencia a la desaceleración. Si esta desaceleración se transforma en recesión, todavía hay que ver si se consigue financiamiento. Eso será el combustible para que la economía funcione.
¿Por qué disminuyó el consumo?
Vemos que el consumo todavía está creciendo. La cifra interanual muestra que hay un crecimiento de los hogares, pero el crecimiento es desacelerado. ¿Qué es lo que está detrás de esto? El año pasado hubo un impulso fuerte por el lado del endeudamiento. El Gobierno inyectó muchísimo dinero en la economía y ese dinero llegó a los hogares que incrementaron su ritmo de consumo. Ese efecto se diluye.
¿Cuál es su estimación de crecimiento de 2018?
Hay una precisión de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) que habla del 1,5 %. Yo creo que la cifra bordea entre el 1 % y el 1,5 %. Creo que va a ser un poco menor a lo que estima la Cepal. El efecto de la inyección de liquidez a la economía nacional con financiamiento por parte del Gobierno dejó de sentirse. El reto del Gobierno justamente será evitar que la economía entre en recesión en los próximos meses.
FUENTE: DIARIO EXPRESO (EC)