Los integrantes de esa generación tienen acceso a más información, se preocupan más de sí mismos y están desprovistos de los prejuicios que tienen sus antecesores respecto al tema, por lo que no dudan en buscar apoyo.
Expertos consideran que la Generación Y (millennials) da mucha importancia a su salud mental en comparación con sus predecesores.
Esto se debe, según los profesionales, a la facilidad que tienen para acceder a la información y a la tecnología. Los nacidos a partir del año 1980 también son personas que les gusta tener un buen desenvolvimiento en sus actividades cotidianas.
La salud mental es muy importante para el bienestar de las personas. Y los millennials no son la excepción es buscar esto, puesto que se trata de una generación cuyos integrantes sufren problemas como la ansiedad, el estrés, el cansancio y la depresión.
De acuerdo con varios estudios, este último problema ha aumentado en los millennials un 47% desde 2013. Asimismo, la tasa general aumentó del 3% al 4,4% entre los jóvenes de 18 a 34 años. Además, el suicidio es la segunda causa de muerte entre las personas de 15 a 29 años, según cifras publicadas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
De acuerdo con el centro de investigaciones Pew Research Center, ubicado en Washington DC (EE. UU.), la generación del milenio sufre estos problemas debido a la soledad, el estrés económico y el mal ambiente en que viven en sus espacios de trabajo. En ese sentido, los millennials suelen renunciar a sus empleos por las largas jornadas de trabajo y los salarios estancados, priorizando así su salud mental.
Estos jóvenes acuden más a terapias o citas psicológicas en comparación con sus predecesores. Para la psicóloga Daniela Vicuña, esto se debe a que los millennials tienen una gran facilidad de acceder a la información, a diferencia de los Baby Boomers y la Generación X.
Los millennials, al ser una generación que no se conforma con lo aprendido, empiezan a buscar mucha información sobre los síntomas de sus problemas mentales y emocionales.
“El hecho de tener todo este acceso a la información hace que su mente esté un poco más abierta a otras posibilidades y alternativas a las que en el pasado no se les daba mucha importancia”, señala la experta.
Por esta razón, los millennials acuden más a la ayuda psicológica porque saben que existen terapias enfocadas a sus necesidades.
Además, las anteriores generaciones tenían la idea de que se debía acudir a este tipo de auxilio profesional cuando el problema ya era realmente grave. Además no lo hacían por los prejuicios o ideas erróneas existentes y que relacionan la visita al psicólogo con la locura.
Acorde a una encuesta realizada en 2019 por Ipsos para el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en 15 países, el 73% de los encuestados, es decir, tres de cada cuatro millennials, manifiestan que la salud mental es tan importante como el agua, el alimento y el refugio, especialmente para aquellos que son víctimas de la guerra.
En el estudio participaron más de 15 mil jóvenes de entre 20 y 35 años. El país que tiene mayor apoyo a la salud mental entre los millennials es Siria, con el 87%. De ahí le siguen Indonesia (82%), Ucrania (81%) y Suiza (80%).
Acorde a las declaraciones de un comunicado de Peter Maurer, presidente del CICR, los servicios de salud mental han sido abordados de manera tardía en las situaciones de conflicto. Esto puede ocasionar problemas muy graves para el bienestar de millones de personas.
Además, Maurer sostiene que el apoyo a la salud mental puede salvar vidas en situaciones de guerra y violencia.
Para la psicóloga Daniela Vicuña, los millennials son muy perfeccionistas, puesto que tienen una gran orientación hacia el éxito y buscan lograr objetivos en muchos aspectos de su vida.
“Estas personas no se conforman con sentirse mal o no avanzar en su vida como ellos quisieran porque buscan estar bien, tanto en lo personal como en lo profesional”, señala la profesional consultada.
Por ello, estos jóvenes buscan desarrollar habilidades para afrontar de mejor manera todos los retos que existen en un mundo cada vez más competitivo. En ese contexto, ellos también buscan apoyo emocional porque las dificultades psicológicas les causa problemas en su ambiente laboral.
“Es una generación que se caracteriza por ser menos tolerante a la frustración”, detalla Vicuña. (I)
Fuente:Diario el Telegrafo (ec)