La UE prepara inicio de negociación comercial con EE.UU., pese a rechazo de Francia

La Unión Europea (UE) adoptó este lunes el mandato que le permitirá negociar un acuerdo comercial con Estados Unidos, pese al rechazo de Francia y en un contexto de presión sobre los vehículos europeos, sector clave en Alemania.

Vista como una forma de reforzar la frágil tregua comercial entre ambos territorios que representan el 46% del PBI mundial, la Comisión Europea busca finalizar la negociación para el 31 de octubre, cuando inicia el próximo ejecutivo comunitario.

«Ahora la pelota está en el campo de Estados Unidos para ver cuándo podemos empezar. Si estamos de acuerdo en empezar, creo que puede ir bastante rápido», indicó en rueda de prensa la comisaria de Comercio, Cecilia Malmström.

Aunque se inicie la negociación, el temor sobre una guerra comercial con el Estados Unidos de Donald Trump sigue planeando, ya que el acuerdo debería incluir, según

Washington, el sensible sector de la agricultura, algo que la UE rechaza. El mandato europeo está «estrictamente centrado en los bienes industriales, excluidos los agrícolas» y los servicios, precisa Bruselas. La agricultura «es una línea roja para Europa», advirtió la comisaria europea de Comercio.

El inicio de una negociación con Estados Unidos no logró la unanimidad en un bloque que enfrentó una importante oposición en la opinión pública contra el precedente intento de llegar a un acuerdo comercial, el conocido como TTIP.

A semanas de las elecciones a la Eurocámara de finales de mayo, la inclusión de la agricultura habría caído como un jarro de agua fría en países como Francia, preocupada por el impacto de otros acuerdos en negociación como el de Mercosur.

FRANCIA DICE NO
Pero el voto francés en contra de negociar con Estados Unidos, el único país en hacerlo según fuentes europeas, se debe a la decisión de Trump en 2017 de retirar a Estados Unidos del Acuerdo de París para limitar el calentamiento global.

«No soy favorable a que tengamos nuevos acuerdos comerciales (…) con socios que no tienen las mismas exigencias climáticas que nosotros», advirtió el presidente francés, Emmanuel Macron, en marzo.

El voto negativo de Francia, durante una reunión de ministros europeos este lunes en Luxemburgo, fue «por principios», según una fuente europea, pese a que sus socios le concedieron algunas garantías en el mandato de negociación.

La Comisión Europea debe realizar así al inicio un estudio de impacto medioambiental para garantizar que el acuerdo con Washington respeta el Acuerdo de París y cuyos resultados deberán tenerse en cuenta durante el proceso.

La decisión califica además de «obsoletas» las directrices de negociación del TTIP, cuyo alcance era mucho mayor, y precisa que no se concluiría una nueva negociación, si Estados Unidos no pone fin a sus pesados aranceles al aluminio y acero.

BAJO PRESIÓN
La UE y Estados Unidos se esfuerzan desde hace meses en materializar una frágil tregua comercial, anunciada en julio de 2018, tras una reunión del titular de la Comisión, Jean-Claude Juncker, con el presidente estadounidense. Juncker celebró que las directrices adoptadas cumplen con lo «acordado» con Trump sobre reducir «aranceles a productos industriales». El sector automotriz queda fuera de la negociación, aunque la UE sería favorable a incluirlo.

El objetivo de estas discusiones es además alejar la amenaza de Estados Unidos de nuevos aranceles a los vehículos europeos, un sector clave para Alemania, primera economía europea, que presionó para lograr el mandato.

Si Washington acepta negociar y las discusiones llegan a buen puerto, Bruselas prevé un aumento de los intercambios transatlánticos de alrededor de un 10% para 2033 en los sectores señalados, lo que corresponde a unos 53.000 millones de euros.

El objetivo es reducir a cero estos aranceles, ya de por sí bajos en la mayoría de sectores. La UE aplica de media aranceles del 4,3% a los bienes industriales de Estados Unidos. Washington impone, por su parte, una media del 3,8%.

FUENTE: DIARIO EL COMERCIO (PE)

VOLVER