La UE retrasa la aplicación de la ley de deforestación tras las protestas mundiales

La decisión del Ejecutivo comunitario se produce tras meses de presión por parte de la industria y de terceros países, que pedían orientaciones adecuadas para ayudar a las empresas a aplicar correctamente la normativa sobre deforestación.

La Comisión Europea ha anunciado este miércoles un retraso de 12 meses en la aplicación de la ley sobre deforestación, respondiendo así a la presión de los socios mundiales y de la industria, que se han quejado de la falta de preparación para cumplir a tiempo la legislación.

La Comisión también ha publicado hoy unas orientaciones que aportarán “claridad adicional” a las empresas y a las autoridades encargadas de hacer cumplir la normativa para facilitar su aplicación, y ha reiterado que la propuesta de prórroga “no cuestiona en modo alguno los objetivos de la ley”.

Entre las nuevas orientaciones que elaborará la Comisión durante los 12 meses adicionales de introducción progresiva figuran un punto de contacto único para el apoyo informático a los operadores empresariales, apoyo para probar los archivos de geolocalización e instrucciones multilingües detalladas para el usuario sobre el sistema.

Además, el Ejecutivo de la UE propondrá legislación adicional antes del 30 de junio de 2025 tras “intensos diálogos” con la mayoría de los países interesados.

La industria dice que la Comisión no ha ofrecido suficiente ayuda
Previsto inicialmente para entrar en vigor el 30 de diciembre, el Reglamento de Deforestación ha estado en el punto de mira de los trabajos del Ejecutivo comunitario, tras haber sufrido una creciente presión por parte de la industria, los grupos políticos y los terceros países afectados por las exportaciones, que afirmaban que la Comisión no había ofrecido orientaciones adecuadas para ayudar a las empresas durante la fase de transición.

“Los socios mundiales han expresado repetidamente su preocupación por su estado de preparación, más recientemente en la Asamblea General de la ONU en Nueva York”, declaró la Comisión, añadiendo que el nivel de preparación entre los operadores empresariales del bloque también era desigual. “Mientras que muchos esperan estar listos a tiempo, gracias a los intensos preparativos, otros han expresado su preocupación”, añadió el Ejecutivo europeo.

Acordado por los legisladores de la UE en 2022 y adoptado por los países de la UE en junio de 2023, el Reglamento sobre Deforestación exige a los proveedores que certifiquen que sus productos (de soja, carne de vacuno, café, aceite de palma, caucho, cacao, madera y sus derivados, como el cuero y los muebles) no proceden de zonas que hayan sido recientemente despojadas de bosques para dar paso a granjas y plantaciones.

La “intensa presión” de países productores de materias primas
Para el eurodiputado francés Pascal Canfin de Renovar Europa, la reacción en contra de la ley ha estado ligada a la “intensa presión” de los países productores de materias primas en riesgo de deforestación y de los gigantes del agronegocio, especialmente en Brasil e Indonesia.

“Si hay resistencia al cambio, indica claramente que esta legislación aborda la raíz del problema para combatir la deforestación en las zonas del planeta donde es más frecuente”, escribió Canfin recientemente en LinkedIn.

Pero el alto representante saliente de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, dijo que la lucha por la aplicación es real y pidió cautela para no “alienar a los socios” con los que hay que estrechar lazos.

“Tenemos que admitir que (la ley de deforestación) ha creado dificultades significativas en nuestras relaciones con socios importantes como Brasil, Indonesia y los países de África Occidental”, añadió.

“Es importante que todas las medidas que tomemos en términos de diplomacia económica sean calibradas con precisión, discutidas de antemano con nuestros socios y aplicadas gradualmente para permitirles adaptarse a estos cambios.

Fuente: El Productor

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